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Franco y Andrea Antonello, un trip para toda la vida

Franco y Andrea Antonello, un trip para toda la vida
“Hazlo lo mejor que puedas en cada momento y ya harás las cuentas al final de la vida” es el lema que rige a Franco Antonello cuando se trata de su hijo Andrea. Tras probar con un sinfín de especialistas en autismo sin éxito alguno, Franco Antonello decide cruzar América en moto con su hijo Andrea como terapia para el autismo que este presenta. Franco Antonello nació en el 61´ en  Castelfranco, Italia. Es padre de Alberto de 15 años y de Andrea de 21, este último presenta un severo caso de autismo inducido desde los 2 años de edad. Andrea fue un niño sano hasta los dos años y medio. Después de haberle aplicado la vacuna triple virilica presentó  15 días de fiebre y gritos, lo que le conllevó a un autismo severo inducido.  A partir del diagnóstico, la vida de Franco cambió radicalmente: su esposa se alejó llevándose a Alberto y en común acuerdo, Franco se dedicaría a Andrea totalmente. Y así fue tal cual, trabajaba solamente por las mañanas y dedicaba el resto del día a atender a Andrea, y a gestionar la Fundación para niños autistas y discapacitados (I Bambini de-lle Fate).
Desde el 97 han visitado clínicas de Francia, Alemania, Suiza, Filipinas, Senegal, Brasil, Estados Unidos, buscando soluciones médicas, alternativas, religiosas, pero nadie ha sabido que hacer. Cansado de buscar, Franco decide someter a su hijo a su propia terapia: viajar a lo largo de América montados su Harley-Davidson, que si no estaba seguro de que funcionaria, por lo menos tendría la certeza de que Andrea lo disfrutaría. Tomando en cuenta que una persona con autismo requiere de programación: horarios, comidas, medicinas, Franco se armó de valor y posiblemente de toda la paciencia que un padre puede derrochar para con un hijo, lo agarró de la mano y se plantó con él al otro lado del charco de Italia. En el 2010, padre e hijo parten de Italia a Miami para comenzar su recorrido por América hasta Porto Seguro, Brasil. Más de 38,000 km de aventuras en moto, llenas de muchas emociones y nuevas amistades que dejan a su paso por los distintos países. Sin límite alguno, estuvieron en conciertos, pasearon por calles llenas de gente y Andrea nunca perdió la sonrisa.
Después de casi 4 meses de aventuras, regresan a Italia y aun que probablemente el problema no fue curado, el viaje le sirvió a Andrea para sentirse más seguro de sí mismo, con más autoestima y hasta aprendió a pronunciar algunas palabras nuevas: “bello” por ejemplo, no dejaba de mencionar “bello” por todo América, palabra que todo motociclista viajero está acostumbrado a pronunciar. Posterior al viaje, padre e hijo hacen historia en toda Italia, motivando y apoyando a personas con deficiencias del país para romper esquemas, salir de la rutina y hacer lo que el corazón pida.
Tras un sinfín de entrevistas, Fluvio Ervas escribe el libro “Si te abrazo, no tengas miedo” donde relata la hazaña de padre e hijo sobre su Harley-Davidson. Hoy en su día, MOTOCICLO congratula a la figura que representa un todo para un hijo con una historia real llena de muchísima fuerza y grandes aprendizajes. El amor incondicional de un padre, la paciencia y apertura para entenderse el uno al otro y las distintas pero maravillosas dimensiones que tiene la vida. Te invitamos a revivir los emotivos momentos que vivieron padre e hijo en su viaje:

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