Si bien este artículo es para incitarte a rodar por el mundo, en esta edición hablaremos de un país de apenas dos kilómetros cuadrados de extensión, pequeño pero fascinante. A Mónaco llegarás en tu motocicleta para dejarte maravillar por una ciudad de ensueño. Este, como es bien sabido, es uno de los destinos más caros del mundo, pero espectacular sin lugar a dudas. Visita el suntuoso Casino de MonteCarlo, esquisito edificio estilo Beaux Arts construido en 1879, más que solo apuestas, este reciento también funge como teatro y casa de ballet.

No pierdas de vista el Palacio Grimaldi, actualmente la residencia del Príncipe de Mónaco. Dentro del cuarto distrito encontrarás el Histórico Monaco-Ville, con edificios emblemáticos como el Palacio Real, la Catedral y el Museo Oceanográfico, este último fue inaugurado en 1910 y cuenta con un acuario que alberga distintas especies marinas propias de la región.

Camina por el jardín botánico particularmente conformado por cactus y suculentas con una espectacular panorámica a la ciudad y el mar de fondo. Si eres apasionado de las dos ruedas, lo más seguro que es que también ames los vehículos de cuatro por lo que una visita al Terrasses de fontvieille será una parada obligatoria en tu recorrido. Este museo alberga alrededor de 100 autos propios de la colección del príncipe Rainiero. Es aquí en Mónaco la sede del mundialmente conocido Fórmula 1, uno de los acontecimientos deportivos con mayor transmisión.

Puedes llegar a Mónaco por la carretera A8, misma que conecta con Niza y Marsella por el oeste. Hay otras tres rutas que salen desde Niza, la N.98 que bordea por la costa, la N.7, que atraviesa por la pintoresca comuna francesa de nombre Eze-Village y la D-2564 un trayecto entre montañas. Encontrar estacionamiento en esta ciudad es algo complicado y caro, por lo que visitar Mónaco de entrada por salida pudiera resultar la mejor opción, visita los casinos, rueda por el circuito protagonista del gran premio de Fórmula 1 y vive un día de lujo, suntuosidad y elegancia.