Recordemos que hace dos años la marca japonesa dio a conocer su gama naked deportiva y en esta ocasión nos sorprende con dos de sus nuevos modelos; la GSX-S750Z y la GSX-S1000Z.
Estas dos versiones se identifican por la “Z” que lleva al final del modelo y por su color negro mate en toda la carrocería que le da un aspecto más agresivo e invita a correrla en tu carretera favorita.
Por otro lado, cuenta con nueva tecnología llamada ESS (Easy Start System), la cual facilita el arranque; suspensiones Kayaba y luz trasera LED, así como un look que conjuga un aspecto salvaje y agresivo.
La versión GSX-S1000Z recoge el ADN de la mítica GSX-R1000, sólo que el modelo naked incorpora un embrague anti-rebote que controla la aceleración y brinda un manejo más suave. La hermana menor, la Suzuki GSX-S750Z mantiene la estética de la versión original y hereda la esencia de su hermana mayor, la mítica Suzuki GSX-S1000Z. Presenta una amplia gama de prestaciones (también de serie en la GSX-S1000Z) entre las que destacan la incorporación de luces traseras LED, un nuevo control de tracción y una atractiva fusión de tecnología. Es sólida, robusta y de gran calidad y está diseñada para no serle indiferente a nadie. Su alta capacidad de aceleración, su suavidad y la ausencia de ruido, la posicionan como la moto perfecta para los que buscan emoción y control.
Dos increíbles modelos que se perfilan como los más completos en su categoría.