En 1928, el barrio de Palermo Viejo ubicado en Buenos Aires, Argentina, vio nacer a Nélida Iglesias por primera vez; miembro de una familia humilde, hija de un pequeño empresario dedicado a la venta de refrescos artesanales; desde muy joven se involucró en la conducción de vehículos, ya que con tan sólo 16 años, era la chofer de algunos camiones repartidores del negocio familiar. Nélida comenzó a hacer historia rápidamente en la Argentina, pues debido a las labores que desempeñaba en la empresa de su padre, tuvo que tramitar su licencia de conductora, convirtiéndose en la primera mujer de su país, en obtener permiso oficial para conducir cualquier tipo de vehículos.

Con el paso de los años, contrajo matrimonio y se convirtió en ama de casa, su vida hasta entonces se había vuelto rutinaria y común, aunque nunca se alejó del paseo en moto, ya que acostumbraba trasladarse en una pequeña Zalleti. Lamentablemente se vio sumida en una terrible depresión, tras la muerte de su esposo, intentó refugiarse en un Club de Jubilados, con la intensión de sobrellevar su duelo. La señora iglesias, hizo algunas amistades en el Club y participaba activamente en las actividades del mismo, pero confiesa que se aburría, así que en un ejercicio de introspección aceptó que esa vida no era para ella. Es en este momento cuando Nélida, a sus 68 años nace por segunda vez al comprar impulsivamente una EconoPower 90 modelo 1996; motocicleta con la que recorrió 17 mil millas a lo largo y ancho de Argentina, durante dos años, misma con la que participó en algunos eventos locales de motociclismo. Dos años más tarde, adquirió su actual compañera de batallas, una Honda Rebel 250 modelo 1998, la cual ha personalizado con distintos accesorios con el paso del tiempo.

La “abuelita viajera” como es también llamada, tiene hoy 85 años, con un look poco común para una mujer de su edad (estilo rockera) ya ha recorrido más 110 mil kilómetros de países como Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay y su natal Argentina, ha hecho nuevamente historia en su país, al ser la moto-viajera más longeva actualmente; y se ha convertido en un ícono de esta actividad, pues es la inspiración de muchas personas, en algunas entrevistas ha declarado que a pesar de no tener nietos de sangre, muchos de sus compañeros de rodada son como sus nietos, ya que la mayoría son jóvenes. Nélida ha expresado: “en un momento de mi vida tuve que elegir, entre viajar y conocer mi país o quedarme refugiada en el centro para jubilados”; la decisión de Iglesias, ya la conocemos. Otra de sus frases celebres ha sido “No hay que quedarse en casa recordando viejos tiempos, por más que uno los llame no van a volver”.

Para esta octogenaria piloto, viajar es un gran ejercicio de libertad, se dice satisfecha con los hermosos paisajes que ha podido conocer, desde que comenzó su aventura, y más aún con los cientos de amigos que ha podido obtener; al día de hoy ha participado en por lo menos 220 encuentros de moto-viajeros en toda Sudamérica, y sin duda Nélida es un ícono de valentía y un ejemplo a seguir tanto para adultos mayores como para cualquier joven. No te pierdas de estos interesantes personajes en nuestras próximas ediciones de MOTOCICLO.