Cuando la pasión lo desea, el cuerpo lo realiza a costa de cualquier adversidad, un vivo ejemplo de valor y pasión por las dos ruedas es Cathy Birchall a quien se le adjudica la bandera de la mujer que logró su sueño al viajar alrededor del mundo montada en una motocicleta siendo está completamente ciega y padeciendo cáncer desde hacía varios años atrás.
Nacida en Reino Unido un 5 de septiembre del año 1957, Birchall creció con un conflicto personal que le externaba dificultades en su vida social; era excluida de todo círculo social que intentaba acercarse. Para ella, sus días solían ser borrosos y llenos de sombras, literalmente, pues padecía retinitis pigmentosa una enfermedad que no le permitía ver con claridad y que con el paso del tiempo perdería la vista poco a poco.
Para la edad de 20 años, en el año 79, Birchall ya era completamente ciega. Cursaba una época difícil para su persona pues dependía en muchos sentidos de su familia más cercana. No fue hasta dos años después cuando conoció Peter, su primer matrimonio con el cual iniciaría una empresa de transporte. Después de 19 años de un feliz matrimonio, Peter fallece a causa de leucemia y Birchall cae en un periodo de depresión que dura 7 años. Para salir de dicha crisis emocional, esta decide aventurarse haciendo actividades extremas que le hicieran sentir viva de nuevo, probó navegando en los mares, esquiando en la nieve y hasta con saltos en caída libre. Sin embargo, nada de aquello le llenaba, quería viajar lejos, conocer palpando y sintiendo los diferentes vientos del mundo.
En el año 2007, en el instituto de aprendizaje que asiste Birchall, conoce a quien sería su marido y compañero de aventuras: Bernard Smith, su maestro especialista en su enfermedad. Bernard era aficionado de las motos desde los 17 años y poseía una BMW 1.990 R100RT. Ella con un sueño, viajar alrededor del mundo y el con una BMW deseoso por rodar sin parar, congeniaron siendo los mejores compañeros y ese mismo año contrajeron matrimonio.
Incursionan la aventura a principios del 2008, recorriendo cada una de las ciudades de Europa en ocho meses; en agosto del mismo año ya se encontraban rumbo a Asia. El dúo rodó, batalló y siempre sonrió en su camino a través de la aventura de un año; Vivian de las anécdotas que Bernard contaba a los pobladores de las ciudades que llegaban, en conjunto con el trabajo artístico de Birchall, en ocasiones solía sentarse a la orilla de la carretera y pintaba cuadros de los paisajes que imaginaba estaba presenciando.
Hace mención que su peor pesadilla fue la India, ya que las carreteras son terribles hablando de infraestructura y congestión. Un día le tomo 14 horas para recorrer 145 km, además del tráfico, las carreteras estaban llenas de gente y el alumbrado público se iba repentinamente, cientos de autos quedaban varados y parecía ser algo muy cotidiano en la ciudad. En la India Bernard permaneció en silencio absoluto, ella sabía que algo andaba mal si él no estaba bromeando o describiéndole lo que pasaba a su alrededor. La India era un caos.
Birchall fue la primera persona ciega a subir al Huayna Picchu, la montaña hermana de Machu Picchu en Perú. Para Birchall, una de las experiencias más maravillosas de su trayecto fue la oportunidad de hablar con la gente de diferentes culturas, pues no hacía más que imaginar cada una de las vidas y anécdotas que le platicaban.
El recorrido duró cuatro años sin parar, seis semanas después de que ella y Bernard regresaron a Reino Unido, se le diagnosticó cáncer de mama terminal. Sus amigos dicen, ” Ella nunca se estremeció de su enfermedad terminal. ” Con esta noticia Birchall, y con el apoyo de Bernard, se sentó a escribir el libro de inspiración “Tocando el Mundo”. Su objetivo era animar a otros a explorar fuera de su zona de confort, aventurándose a hacer actividades que les motivaran a salir adelante.
Para el año 2013, Birchall fallece a causa de cáncer dejando una historia de aventura, amor y pasión sobre dos ruedas.