La seguridad a la hora de circular con una moto depende de muchas variables, entre las que destaca el correcto uso de los neumáticos. A simple vista como motociclista puedes apreciar alguna irregularidad en tus llantas, o algún daño importante, pero hay otras fallas que es muy difícil identificarlas, por lo que tienes que revisarlas constantemente. Generalmente se recomienda cambiar los neumáticos tras un uso de aproximadamente 40 000 kilómetros, o cuando hayan pasado diez años desde su fecha de fabricación. Como el neumático trasero tiende a desgastarse antes, puede que sólo pienses en cambiar ese, y aprovechar la vida útil del delantero, que está en mejores condiciones. Sin embargo es importante aclararte que aunque no es ilegal que cambies solo una de las llantas, las probabilidades de que tengas algún accidente aumentan. Incluso comprando uno nuevo de la misma marca estarías arriesgando un poco tu seguridad. Hay que tener en cuenta que aunque las marcas prueban los compuestos y aseguran su buen comportamiento, las deformaciones y la temperatura a los que se enfrentan ambos neumáticos son distintas. Esto significa que se van a desgastar de forma diferente, pero cada modelo ya está homologado y probado para que esto no comprometa la seguridad del motociclista, al menos siempre que los neumáticos estén en condiciones óptimas. Obviamente, si solo decides cambiar una de ellas estarás asumiendo una responsabilidad de la que el fabricante no es responsable. Y lo mismo sucede si usas unos con medidas no autorizadas para la llanta de tu moto.