Eva Blánquez es mucho más que una figura visible en el paddock del Mundial de Superbikes. Detrás de su rol como responsable de comunicación del equipo Bimota-Provec Racing, se encuentra una trayectoria forjada a base de esfuerzo, talento y una conexión profunda con el mundo de las dos ruedas.
Desde hace más de dos décadas, Blánquez se ha consolidado como una pieza clave en el entorno del motociclismo internacional. Su papel actual la sitúa al frente de la coordinación mediática del equipo, gestionando cada interacción entre pilotos, medios de comunicación, patrocinadores e invitados durante los fines de semana de competición. Pero su historia comienza mucho antes.

Nacida en una familia con fuerte tradición motociclista pues su padre fue mecánico y piloto amateur de trial, Eva creció entre motores y gasolina. A temprana edad ya practicaba trial, y poco después dio el salto a las minimotos, scooters y competiciones en cilindradas como 125 cc, 600 cc, e incluso participó en pruebas de resistencia como las emblemáticas 24 Horas de Barcelona.
Compaginó sus primeras experiencias en competición con estudios de comunicación y marketing, y su amor por el periodismo la llevó a colaborar en revistas del sector y programas de televisión especializados. Esta combinación de pasión y formación terminó guiando su carrera hacia la comunicación dentro del motorsport, sin alejarse de su esencia competitiva.

El punto de inflexión llegó con su maternidad. Durante el embarazo, se vio obligada a abandonar las pistas, pero lejos de alejarse del mundo del motor, redirigió su carrera hacia el entorno mediático, desempeñándose como comentarista del Mundial de Superbikes en RTVE, un trabajo que abriría nuevas puertas en su trayectoria profesional.
Desde entonces, ha ocupado distintos puestos dentro del grupo Kawasaki. Su dedicación y visión estratégica han sido clave en la evolución del equipo, especialmente tras la transición del Kawasaki Racing Team al actual proyecto de Bimota en WorldSBK.

Eva Blánquez también representa una voz relevante sobre el papel de la mujer en el deporte del motor. Aunque admite haber vivido situaciones de desigualdad, su trayectoria es prueba de cómo la determinación puede derribar estereotipos en un entorno tradicionalmente masculino. “Nunca me he sentido desplazada por ser mujer”, ha declarado en entrevistas, subrayando la importancia de encontrar su lugar con profesionalismo y seguridad.

Como madre de un niño de 12 años, ha sabido equilibrar su vida personal con los exigentes calendarios del campeonato. Durante la temporada, organiza sus desplazamientos para estar presente con su hijo entre carrera y carrera, en colaboración con su expareja, en un ejemplo claro de corresponsabilidad.
Lo que para muchos es un sueño inalcanzable, para Eva es el resultado de una vida dedicada al motor. Desde que, de niña, visitó por primera vez un circuito y se prometió trabajar algún día en ese entorno, no ha dejado de perseguir su objetivo. Hoy, tras años de entrega, asegura estar exactamente donde quiere estar.