Egipto, tierra de pirámides, templos milenarios y desiertos interminables, son escenarios que han sido testigos del nacimiento de una de las civilizaciones más poderosas y antiguas del mundo. Prepárate para una travesía inolvidable en tu motocicleta por la tierra de los faraones. Tu viaje comienza en El Cairo, la capital de Egipto. Aquí, podrás sumergirte en la vida urbana, visitando el icónico Museo Egipcio, hogar de los tesoros de Tutankamón, y la Ciudadela de Saladino, desde donde se obtienen vistas panorámicas de la ciudad. Antes de salir a la carretera, asegúrate de visitar las enigmática Pirámides de Giza y la Esfinge, símbolos inmortales de la civilización faraónica que te transportarán al pasado.
Desde El Cairo, toma la autopista, Cairo-Alexandria Desert Road E15, que te llevará al norte hacia Alejandría, un trayecto de aproximadamente 220 kilómetros. Este recorrido te tomará entre tres y cuatro horas. Para esta primera etapa, una motocicleta touring o adventure, como una Yamaha Ténéré o una KTM 1290 Super Adventure, será ideal, ya que estas motos ofrecen comodidad en distancias largas y un rendimiento óptimo en carreteras pavimentadas y desérticas. Una vez en Alejandría, sumérgete en la historia y la cultura que hace única a esta ciudad. Alejandría, fundada por Alejandro Magno,
fue el centro del conocimiento en la antigüedad. Visita la moderna Biblioteca de Alejandría construida en honor a la legendaria biblioteca perdida, y las Catacumbas de Kom El Shoqafa, un asombroso ejemplo de la fusión entre la cultura egipcia, griega y romana.
Después de disfrutar de la brisa mediterránea y la historia de Alejandría, toma la carretera Desert Road Cairo-Aswan (E11), rumbo al Oasis de Bahariya. Este tramo de unos 370 kilómetros a través del desierto occidental te tomará entre cinco y seis horas. Aquí, una motocicleta dual sport será tu mejor opción, ya que el camino es en su mayoría es pavimentando, pero con tramos arenosos que requieren estabilidad y tracción extra. El Oasis de Bahariya es un remanso verde en medio del vasto desierto egipcio. Rodeado de montañas y dunas, este lugar es perfecto para descansar y disfrutar de la serenidad del paisaje. Aquí podrás explorar las famosas Montañas Negras y visitar el Valle de las Momias Doradas, una de las más impresionantes colecciones arqueológicas descubiertas en Egipto.
Desde Bahariya, sigue hacia el sur por la carretera del desierto, entrando en el corazón del Desierto Blanco, una de las maravillas naturales más impactantes de Egipto. Los paisajes surrealistas de este desierto, con sus formaciones rocosas de yeso que parecen esculturas extraterrestres, te dejarán sin aliento. El trayecto de unos 160 kilómetros hasta el Desierto Blanco te tomará unas tres horas. Para esta ruta, necesitarás una motocicleta tipo enduro o scrambler, que sea ligera y fácil de maniobrar sobre la arena.
Deja atrás el desierto y regresa a la civilización siguiendo el curso del Nilo hacia Luxor, la antigua ciudad de Tebas y uno de los mayores tesoros arqueológicos del mundo. La carretera E11 te llevará en un trayecto de aproximadamente 600 kilómetros, que te tomará entre ocho y diez horas. A medida que te acerques a Luxor, el paisaje cambia drásticamente: desde las
vastas extensiones desérticas hasta los fértiles campos que flanquean el río Nilo. En Luxor, tendrás la oportunidad de explorar los majestuosos Templos de Karnak, el Valle de los Reyes, donde descansan los faraones, y el impresionante Templo de Hatshepsut, tallado en la roca. Luxor es un verdadero museo al aire libre, donde cada rincón cuenta una historia de grandeza y
misticismo.
Desde Luxor, sigue hacia el sur por la carretera E11 hasta llegar a Asuán, un recorrido de unos 240 kilómetros que te tomará entre cuatro y cinco horas. En Asuán, disfruta de la tranquilidad del Lago Nasser y visita el Templo de Filae, dedicado a la diosa Isis. Si te sientes aventurero, puedes continuar tu travesía hasta los impresionantes Templos de Abu Simbel, situados a unos 280 kilómetros al sur de Asuán, cerca de la frontera con Sudán. Estos templos, tallados en la roca durante el reinado de Ramsés II, son un testimonio de la grandeza del antiguo Egipto.
El clima en Egipto varía drásticamente dependiendo de la región y la época del año. En el desierto, las temperaturas pueden superar los 40 grados Celsius en verano, mientras que las noches pueden ser sorprendentemente frías. Si viajas en verano, asegúrate de llevar ropa ligera pero protectora, junto con equipo impermeable para posibles tormentas de arena. En invierno, las temperaturas son más suaves, pero necesitarás ropa más abrigada para las noches frías en el desierto.
Antes de emprender tu ruta, revisa a fondo tu motocicleta, prestando especial atención a los frenos, neumáticos y luces. Las carreteras egipcias pueden variar en calidad, con algunos tramos que presentan baches o arena acumulada. Conduce con precaución y asegúrate de tener mapas actualizados y suficiente agua y combustible, especialmente en las áreas desérticas donde las estaciones de servicio pueden ser escasas.