Después de 128 grandes premios consecutivos y de ganar seis de los últimos siete títulos disputados, la ausencia del piloto de Repsol Honda resaltó en la segunda cita de esta temporada. Álex Márquez se quedó como único piloto del equipo y remontó desde P21 para cruzar octavo la línea de meta en la que fue su primera vez en el Top 10 de la categoría reina. El martes lo operaban de una fractura de húmero, el jueves tomaba un vuelo de regreso a Jerez y el sábado ya corría en el circuito sobre su Honda. Las miradas estaban sobre Marc Márquez y el Repsol Honda Team, que tanteaban las posibilidades del campeón de competir el domingo tras su desafortunada caída la semana pasada en la primera carrera de la temporada. “Cuando tienes una pasión y te dedicas por entero a conseguir algo, necesitas al menos intentarlo para que tener la conciencia tranquila”, explicó el campeón.   Las primeras previsiones apuntaban a un regreso de Marc a la pista el 9 de agosto para el GP de la República Checa en Brno, y su equipo, que se había ido a casa, tuvo que regresar a toda prisa el jueves para intentar que el campeón corriera este domingo. Y es que la operación fue mejor de lo esperado: el nervio radial no está afectado, por lo que la intervención fue más sencilla de lo que se había estimado y la recuperación será más rápida.   De regreso en el circuito, Marc superó el examen médico y los doctores lo declararon “apto”. Era el momento de subirse a la moto y ver si podía adaptarse a la situación, mientras su equipo monitorizaba todas y cada una de las reacciones de su cuerpo. En Cervera corrió las sesiones libres con buena sensación, pero en la clasificación las molestias se intensificaron y Marc optó por escuchar a su cuerpo y bajarse de la moto. Al final, el equipo, consciente de lo mucho que está en juego, decidió no arriesgarse. Este es el primer Gran Premio que el catalán se pierde desde 2011, cuando aún corría en Moto2.   Sin Marc en la parrilla, la segunda carrera de esta temporada concedió un respiro a sus tres máximos rivales: Fabio Quartararo, Maverick Viñales y Andrea Dovizioso. Quartararo, el joven ‘Diablo’, es el que más decidido está a aprovechar las circunstancias. Tras arrancar la temporada 2020 con una inapelable victoria el pasado domingo gracias a la caída de Marc, este domingo ha vuelto a hacerse con la primera posición del podio con relativa facilidad. Pese a todo, el increíble Marc confía en su remontada. “Voy a continuar haciendo todo lo que pueda por estar en forma en Brno y luchar por el campeonato”, aseguró.   Para Alex Márquez, único piloto del Repsol Honda tras la decisión de Marc, fue un fin de semana de contrastes. Las expectativas eran buenas: después de un sólido debut el domingo pasado, el menor de los Márquez contaba con la rara circunstancia de correr dos carreras en el mismo circuito.   El sábado Álex se lució en las pruebas, cada vez que salía de boxes en su Repsol Honda RC213V, lo hacía mejor. Corrió dos sólidas FP3 y FP4, nada hacía dudar que saldría entre las diez primeras posiciones de la parrilla. Pero la F1 es una ciencia compleja, y todo su progreso se vio afectado en el primer entrenamiento clasificatorio, en la quinta curva una caída le condenó a salir el domingo desde P21.   A pesar de este golpe y con la lección aprendida del pasado domingo, Álex salió con fuerza y recuperó siete posiciones sólo en la primera vuelta. Consistente y determinado, resistió los ataques de Iker Lecuona y terminó la carrera cruzando la línea de meta en octava posición, su primera visita al Top 10 de la categoría reina.   En el equipo LCR Honda, Takaaki Nakagami tuvo el mejor fin de semana en MotoGP, terminó cuarto y estuvo muy cerca de entrar en la batalla por el podio. Por su parte, Cal Crutchlow, también operado el martes de escafoides, corrió con buen ánimo y terminó en P13.