Si los destinos anteriores aún no te han convencido, seguramente el de esta edición derretirá tus sentidos. Un país que ha servido de inspiración para infinidad de historias y donde el álgebra tuvo su origen. En la India prepárate para vivir un choque cultural por todas las tradiciones y religiones que en ella conviven.
En esta nota te hablaremos de las cinco ciudades más sobresalientes que debes incluir en tu recorrido. Si empiezas de norte a sur te recomendamos que visites una de las ciudades más antiguas del mundo, con más de 3 000 años de antepasados, Benarés. Esta ciudad es considerada sagrada por el hinduismo debido a que alrededor de 60 000 personas se bañan en el río Ganges, el cual atraviesa esta ciudad. Una vez que estés aquí tienes que descender por las escaleras Ghats, que te adentran en el río en el que los locales queman a sus difuntos, una tradición que impacta a cientos de turistas día con día y que se ha convertido en un espectáculo lúgubre bajo el sol.
Volviendo a las carreteras, sigue el camino hacia Agra, antigua capital del imperio mongol y sede de uno de los monumentos más representativos de todo el país, el Taj Mahal. Este es un hermosísimo palacio de mármol blanco que en realidad es el mausoleo de Mumtaz Mahal, la esposa del emperador Shah Jahan. Más allá de la icónica cúpula rodeada de cuatro minaretes y del espejo de agua al frente, esta construcción consta de una casa de invitados, una mezquita y jardines dispersos en 17 hectáreas. Aprovechando tu movilidad en dos ruedas puedes lograr capturar esta maravilla desde distintos ángulos si tomas la ruta del Taj Nature Walk, red de senderos de 9 kilómetros con parajes y torres panorámicas.
Si viajas con suficiente dinero pudieras considerar tu hospedaje en el hotel Oberoi Amarvilas, uno de los más lujosos y cómodos, y con una espectacular vista del Taj Mahal.
Continuando con el trayecto, es momento de rodar a un punto más paradisiaco, Goa, lugar famoso por sus bazares hippies. Aquí es común la idea de que se puede dormir prácticamente a la intemperie, frente al mar. También se destaca por su peculiar vida nocturna, sus discotecas, casinos y bares contiguos a la playa, así como por sus parques acuáticos.
Es en esta ciudad donde podrás admirar la cascada más alta de todo el país, Dudhsagar, situada en el río Mandovi.
Dejando la playa atrás, Jaisalmer y Udaipur son la siguiente parada, ambas ubicadas al noroeste de la India, con peculiaridades extraordinarias. La primera está construida en piedra arsénica, por lo que cuando la ilumina el atardecer pareciera ser en su totalidad dorada. Udaipur es catalogada como la Venecia de Oriente o la ciudad de los 100 lagos, por lo que aquí podrías prescindir un rato de tu motocicleta para tomar un crucero hasta la isla Jagmandir, donde podrás hospedarte en el hotel del mismo nombre, que originalmente era el palacio que perteneció al marajá Karan Singh.
Para finalizar el trayecto rodaremos hasta Nueva Delhi, nada más y nada menos que la capital del país, y como toda gran urbe, en ella encontrarás coloridos contrastes de gente, sabores, monumentos y entretenimiento. Aquí es imprescindible que visites la mezquita Jama Masjid y el Fuerte Rojo, este último Patrimonio de la Humanidad.
Uno de los mayores atractivos de esta ciudad el gran jardín Lodhi Gardens, naturaleza en su esplendor con antiguos palacios y mausoleos en sus adentros: el recorrido de esta área es gratuito y no te arrepentirás de visitarlo.
Para reabastecer tus suministros y planear tu regreso a casa puedes llegar a Paharganj, sitio famoso entre los viajeros porque ahí encuentran bajos precios tanto en alimentos, en hospedaje, como en recuerdos típicos de este país —que podrás llevar de regreso a casa.
Esto es solo una idea de lo que pudiera ser tu futuro viaje a la India en moto. Si te decides a hacerlo planifica bien tus próximas vacaciones y traza la ruta que te gustaría seguir para aprovechar cada kilómetro.
