Agenda tu viaje para el próximo fin de semana trazando la ruta hacia el norte a Zimapán, Hidalgo, a solo unas tres horas y media de la CDMX. Este recién nombrado Pueblo Mágico alberga recónditas bellezas naturales dignas de ser admiradas. Comenzaremos con algunos de los atractivos naturales que de seguro harán que te bajes de la motocicleta para capturarlos en tu memoria. El Cañón del Infiernillo, maravilla rocosa formada por los ríos Tula y San Juan, ubicado en la frontera entre Querétaro e Hidalgo, es toda una experiencia para aquellos que aman adentrarse en los confines de la naturaleza. Para realizar esta visita será necesaria la guía de una persona especializada, ya que no es fácil llegar al punto de partida del recorrido.

La expedición comienza en el Derramadero de Juárez con la exploración de unas cuevas inundadas, para después ir ascendiendo hasta llegar a la cima del Cerro del Infiernillo. Este paseo concluye con un rápido descenso en rappel que atraviesa las paredes del cañón para aterrizar en un estrecho pasillo sobre un manso riachuelo. Para cerrar con broche de oro esta travesía, una cálida fogata bajo la luz de la luna en el Sauz de Guadalupe relajará tus emociones y renovará tu energía para continuar al día siguiente. Descubre la belleza inigualable de la segunda área protegida más grande del estado de Hidalgo: el Parque Nacional Los Mármoles, fundado en 1936. Este lugar posee panorámicas de más de 800 m de profundidad y elevaciones de hasta 3 000 m sobre el nivel del mar, con vegetación que se asoma entre el vertiginoso paisaje, como encinos, juníperos y cactáceas; la Barranca de San Vicente también ofrece vistas que enloquecen a los amantes de la naturaleza.

Cabe mencionar un dato curioso de interés internacional que la mayoría desconoce: es precisamente en la Encarnación, un pueblo fantasma ubicado dentro del Parque Nacional, donde se fundió el hierro utilizado para la elaboración de la Torre Eiffel de París, nada más y nada menos… Gracias a este hecho recibió el título de “capital minera”. Anímate a caminar por las ruinas de las chimeneas de ese pasado glorioso. De vuelta al pueblo de Zimapán no olvides visitar la Parroquia de San Juan Bautista, apreciada desde 1772 por su bien lograda arquitectura barroca —con su interior trabajado en cantera—, así como por su púlpito, que presumen que es único en el mundo: una escultura en forma de flama.

Maravíllate ante el Sabino, nombrado como el único Árbol Notable del estado de Hidalgo en 1993, por el Instituto Nacional de Ecología. Este ciprés Moctezuma, de majestuoso tamaño, es uno de los más antiguos de México; tiene más de 500 años y los lugareños lo consideran como el lugar más romántico de Zimapán. Así que prepara la moto y la maleta para tu próximo viaje de fin de semana y dirígete a Zimapán, Hidalgo.