Siempre he dicho que una de las mayores satisfacciones que me ha dado la iniciativa de emprender el proyecto que inicié hace más de 21 años, ha sido el tener la fortuna de haber tenido la oportunidad de conocer a personalidades fuera de serie, que han sido parte de una historia que se va tejiendo con el valor de su participación y entereza. Una de ellas fue Miguel Valdés, quién desde un inicio le dio un valor agregado a EXPO MOTO con su presencia, cada año puntualmente con las tijeras para el corte del listón inaugural, con la solemnidad que lo caracterizó hasta para subirse a la moto.
Miguel aportaba ideas de quien sería viable para ser reconocido como “Personaje del Año”, hasta que caí en cuenta del dicho, “En vida hermano, en vida”, y decidí externarle que el no estaba para sugerir personalidades, que él estaba ahí para ser reconocido como lo que era, un personaje que había aportado una gran dosis de pasión y conocimientos al medio, así que Miguel Valdés fue reconocido como “El Personaje del Año 2008” en EXPO MOTO con una emotiva semblanza y acompañado del gremio que más lo estimaba.
Miguel escribió por muchos años la Gaceta de Harley-Davidson teniendo contacto directo con los fundadores de la marca y siempre fue una persona preocupada por la generación de espacios para el motociclista, fundador y presidente de la AMCIM, proponiendo ideas y soluciones que desafortunadamente la industria y el comercio de la motocicleta no aprovecharon en su momento.
Posteriormente tuvimos el honor de que Miguel escribiera como colaborador en MOTOCICLO, precisamente en la sección de Motocultura, enviándonos invariablemente notas que solamente un conocedor como él podría redactar.
Miguel despertaba pensando en rodar y terminaba el día siempre con una buena anécdota de sus grandes experiencias en el ámbito de la cultura del motociclismo.
Junto con Tito Gilardo, fue uno de los impulsores y pilares del Club de Motos Antiguas de México y por muchos años fungió como vice-presidente del mismo y terminó sus días representando al Club como embajador internacional.
Pocas personas tan íntegras y congruentes con su estilo de vida como motociclista, siempre proponiendo la cultura de la seguridad y el buen manejo, Miguel nos deja un gran recuerdo y un tangible ejemplo de cómo rodar, y se lleva consigo un compendio de anécdotas e información acerca de la historia mundial de la motocicleta.
Descanse en paz nuestro gran amigo Miguel Valdéz.