El ingenio no tiene límite, que se lo digan a este popular youtuber español, Vicesat. Conocido por sus famosos tutoriales sobre cómo arreglar o construir cosas, ahora llega con una moto de Lego construida totalmente de cero, con una impresora 3D, a tamaño real, ¡y con motor!

Vicesat muestra el proceso de cómo ha creado una moto tan surrealista como plenamente funcional, con sus ruedas, parte ciclo y el motor, que es eléctrico a través de una batería. Todo empezó cuando el youtuber, vicesat, compró una impresora 3D hace ya unos meses. Siguiendo su lógica, si las cuñas que aguantan los camiones cuando están estacionados son muy parecidas a una pieza Lego, ¿cómo no iba a sujetar el peso humano de una moto? Así empezó a hacer los primeros modelados de las piezas Lego a tamaño real.

Una vez con todo el material (hasta un día de impresión por pieza, y tiene 74), empezó a ensamblar el proyecto. Hasta creó su propia pieza Lego en forma de motor. El resultado final es una moto completamente funcional, con acelerador, freno, luces de posición, matrícula y limitada a 25 km/h (aunque, según dice, puede llegar hasta 50 y 60 km/h).

El motor, lejos de complicarse, es el de un ‘hooverboard’. Creó un soporte a medida para el eje y soldó el otro eje para acoplarlo al chasis de Lego. También reutilizó las ruedas acopladas al motor eléctrico de 600W que es capaz de llegar hasta los 50 o 60 km/h.

La batería es totalmente artesanal. Lo que hizo fue unificar catorce celdas de litio que vicesat ya advierte, es algo peligroso que recomienda encargar a algún profesional. Para ello, el youtuber suelda las celdas entre sí con unas barras de níquel con imanes. Una vez unificadas las envuelve bajo una capa de plástico.

El resultado es una batería de 52 voltios y 5 amperios. Por eso, a falta de una, dos, ya que son intercambiables, dice. Incluso imitó un depósito de gasolina por el que asomaba un conector para cargarla eléctricamente. Eso le da una autonomía de 30 km por autonomía, 60 en total. No dudó en salir a probarla a la calle, donde, ante la atenta mirada de los viandantes, estuvo circulando por las calles de la localidad. Ingenioso es poco, y desde luego, una excelente manera de amortizar una impresora 3D.