Esta película bien podría catalogarse como un tecno-thriller juvenil, que sería un nuevo género cinematográfico relacionado con el tema de actualidad de los avances tecnológicos, su mal uso y el lado macabro que emerge cuando se pierde el control con ellos.
El largometraje protagonizado por Emma Roberts y Dave Franco está lleno de los altibajos en la vida de un adolescente, y de sus intentos por pertenecer a un grupo y ser el centro de atención.
Roberts personifica a una chica tímida, que se limita a realizar sus actividades de la vida cotidiana. Franco, por el contrario, lleva su vida al extremo, regido por los retos impuestos por el ciberjuego Nerve.
Este chico temerario recorre la ciudad de Nueva York junto a Emma en su motocicleta Triumph MY15 Bonneville, con el tanque negro mate. Velocidad, romance y adrenalina sobre ruedas.
Hay una escena clave en Nerve en la que corren a 100km/h en la ciudad, con cero visibilidad, y en la que el piloto es guiado por el copiloto. Los espectadores se emocionan y se ponen eufóricos ante tal aventura, algo totalmente descabellado y no recomendable para que lo realicemos en nuestra vida diaria… dejemos ese tipo de hazañas para los expertos de Hollywood.