Massimo Tamburini fue un italiano considerado como uno de los diseñadores más influyentes de la industria de la moto. Gracias al innovador diseño que poseía se caracterizó por crear dos de las motos deportivas más icónicas y reconocidas del mundo, la Ducati 916 y la MV Agusta F4, esta última es considerada por los especialistas como el Ferrari de las motos por su exuberante tecnología y exclusividad. Tamburini nació un 28 de noviembre de 1943 en Rimini, Italia. Creció en la granja de sus padres  y por cuestiones económicas no pudo asistir a la universidad por lo que dedicó gran parte de su adolescencia al negocio de calefacción. No fue hasta la edad de 18 años cuando asistió a la carrera del Campeonato del Mundo en Monza de 1961, salió cautivado por el sonido del motor a cuatro tiempos de la MV Agusta, fue ahí cuando Tamburini finalmente dedicó su vida al diseño de motocicletas.

Después de la Segunda Guerra Mundial, Rimini se había convertido en una ciudad amante del motociclismo, poseía una fábrica de motos Benelli y se organizaban las carreras centrales de Italia, lo que propició para que Taburini pronto fuese tomando fama en su nueva carrera de tuning, principalmente mejoraba el poder de las motocicletas y a su vez las hacía más pequeñas. En 1971, su especialidad era la MV Agusta, por lo que fue conocido “en toda Italia”, según Mick Walker, quien dijo: “la transformación de lo que había sido una moto de paseo fea y lenta en una Sportser elegante y rápida fue realmente sensacional”.

Cada vez que le preguntaban cuál era la moto perfecta, Tamburini contestaba que “el ideal sería una 750 con la potencia de un 1000 y el peso de un 500”. En 1973, en conjunto con Valerio Bianchi y Giuseppe Morri crearon la marca Bimota. Tamburini le fue fiel por 11 años consecutivos hasta unirse a Roberto Gallina del Moto GP. En el 85`, brinca al grupo Cagiva Ducati en donde al poco tiempo toma posición como jefe de diseño de Cagiva. El primer diseño Ducati que creó fue una Ducati Paso 750. Bajo la influencia de la NR750, Tamburini se adjudica el diseño de la Ducati 916, con una mezcla de bordes afilados y amplias curvaturas, características que rompieron las reglas del diseño en aquel entonces.

Para 1996, los hermanos Castiglioni venden Ducati y Tamburini permanece únicamente con Cagiva. Le encargaron a Tamburini el desarrollo de los nuevos modelos para levantar la mítica firma fundada por el Conde Agusta, cuyo resultado es de sobra conocido. Fue en ese mismo año cuando diseñó la F4 de MV Agusta. Sin embargo, detiene el proceso cuando le diagnostican cáncer de próstata. Promete no morir hasta terminar la Agusta y sentirse orgulloso del trabajo. Tal como lo dijo lo logró, vence el cáncer y de hecho su última creación fue una MV Agusta F3 675. En diciembre del 2008, Tamburini se retira de Cagiva definitivamente. En noviembre de 2013, es diagnosticado con cáncer de pulmón para fallecer el 6 de abril del 2014. Después de haber dejado sus creaciones en la vida de muchos amantes de las motos, alrededor de 500 personas asistieron a su funeral en Rimini. Las obras de Tamburini sin duda alguna fueron emblemáticas en el motociclismo, tal fue su hazaña que en el 2016 se lanzó la T12 Massimo, la cual se espera ser un modelo muy especial como lo era la obra de Tamburini.

Vidas llenas de pasión y dedicación por el motociclismo son las que dejan una huella en la historia de todos los apasionados del medio. No te pierdas de estas vidas ejemplares en las próximas ediciones de MOTOCICLO.