La calima (o calina) es un fenómeno meteorológico que se produce en la atmósfera, y consiste en la presencia de partículas muy pequeñas de polvo, cenizas, arcilla o arena en el aire.
No solo afecta la parte externa de nuestra moto, sino que también puede dañar el interior del motor, por lo que es crucial proteger nuestro vehículo y tomar precauciones. Aquí te explicamos cómo.
Debido a la presencia habitual de la calima, es fundamental proteger nuestra moto, especialmente el motor. Aunque puede parecer exagerado, cualquier polvo en suspensión puede perjudicarla seriamente, pues actúa como una especie de lija casi invisible.
El componente más importante de nuestra moto que debemos proteger para que no llegue a él la calima, es el motor. Si está en otras partes del vehículo, se soluciona con un buen lavado, pero el motor de combustión puede succionar polvo durante la admisión.
Afortunadamente, los filtros de aire actúan como un seguro y evitan que las partículas pequeñas ingresen al motor.
Algunas motocicletas, como las de enduro y motocross, tienen filtros de espuma lavables, lo que los hace más durables. Sin embargo, en los modelos de calle, los filtros son generalmente desechables.
Si has circulado en periodos de calima deberías considerar cambiar el filtro, especialmente si está cerca del fin de su vida útil.
No es necesario cambiarlo de inmediato si es nuevo, pero las partículas atrapadas en el filtro pueden saturarlo pronto, impidiendo que el aire circule correctamente y afectando el rendimiento del motor.