La culminación de la excelencia de Vincent Motorcycles llegó con la impresionante 1000 Black Shadow, que se mantuvo como la más alta representación de la marca hasta el cierre de su planta en 1955. Desde su debut en 1948, este modelo se ganó el título de “The World’s fastest standard motorcycle”, convirtiéndose en un ícono de velocidad y rendimiento inigualable en su época.
Diseñada para ofrecer una experiencia de conducción incomparable, la Black Shadow destacaba por su asiento cómodo y una suspensión trasera mejorada, garantizando confort y estabilidad incluso a altas velocidades. Estéticamente, su acabado en pintura negra sobre el motor la distinguía de su hermana, la Rapide, siendo esta última su contraparte.
Lo más destacado de esta legendaria montura era su motor bicilíndrico en V de 998 centímetros cúbicos, capaz de generar 55 CV a 5.700 revoluciones por minuto y catapultarla a velocidades superiores a los 200 km/h. En una época donde alcanzar los 160 km/h era todo un hito, la Black Shadow desafiaba los límites de la velocidad, estableciendo un nuevo estándar de rendimiento en el mundo de las motocicletas.
La Serie D de la Black Shadow marcó el cierre de una era para Vincent, siendo la última moto producida por la emblemática marca. Sin embargo, su legado perdura hasta nuestros días, con tan solo 144 unidades fabricadas, convirtiéndola en una verdadera joya de colección. Su fama se elevó aún más cuando el intrépido piloto Rollie Free rompió el récord de velocidad en tierra, alcanzando los 241 km/h y capturando un momento icónico en la historia en el que logró la máxima eficiencia aerodinámica y el menor peso posible.
Explora las motocicletas antiguas más insólitas en Motociclo News.