Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, la empresa se aventuró en la producción de motocicletas, siguiendo los pasos de BMW y adquiriendo licencias para replicar modelos como la ABC de Granville Bradshaw, pionera en motores planos. De 1920 a 1924, Gnome-Rhone produjo alrededor de 3,000 motocicletas ABC, antes de cambiar a modelos más convencionales. Sin embargo, su pasión por los motores planos persistió, y en 1930 presentaron una nueva generación de motocicletas con motores bicilíndricos planos de 500cc, destacando por su diseño y características técnicas avanzadas.

La joya principal llegó en 1935 con la Gnome-Rhone 750X, equipada con un motor bicilíndrico plano de 724cc que la convertía en una de las motocicletas más rápidas y potentes de su tiempo. Con su velocidad de 150 km/h en versión individual y 110 km/h con el sidecar Bernardet Sport, desafiaba los límites de la velocidad en carretera. La empresa se destacaba por su calidad de fabricación y participación en récords y carreras, demostrando la resistencia y velocidad de sus productos en competencias históricas.

La versión militar750XA, desarrollada simultáneamente, demostró su confiabilidad en maratones y pruebas de campo. Equipada con un carburador Solex y una potencia reducida de 28 hp, se convirtió en un estándar de excelencia entre las motocicletas militares de la época. La innovación también se extendió en el diseño de su chasis y sistema de tracción en las versiones militares, demostrando su compromiso con la excelencia en cada detalle. Su legado perdura hasta hoy, con récords mundiales que aún no han sido igualados y un impacto duradero en la industria de las motocicletas. Explora las motocicletas antiguas más insólitas en Motociclo News.