Tomizawa, el primer ganador de Moto2
Tomizawa, de 19 años, estaba considerado como una de las grandes promesas de Japón. Había debutado en el Mundial en 2006 en 125cc como invitado. En 2009 completó su primera campaña completa ya en 250cc y 2010 estaba siendo su año de despegue
El piloto del equipo CIP ganó la primera carrera de la historia de Moto2, en el Gran Premio de Qatar. Antes del Gran Premio de San Marino era sexto del campeonato y además había logrado otro podio dos poles.
En la 12ª vuelta de la carrera de Moto2 del Gran Premio de San Marino, Shoya Tomizawa (Chiba, 1990) se fue ligeramente largo en la zona del Curvone del Circuito de Misano cuando marchaba cuarto, pisando el césped artificial en el exterior y perdiendo el control de su moto a más de 230 km/h. Alex de Angelis y Scott Redding, que venían por detrás, no pudieron esquivarle: la moto del sanmarinense le golpeó la cabeza y la del británico le pasó por encima.
El japonés fue llevado a la clínica móvil del trazado, donde se vio la gravedad de las heridas tras un primer examen y fue trasladado de inmediato al hospital de Riccione. Allí, a las 14:20 horas se confirmaba su fallecimiento. Habían pasado más de siete años de la última muerte en el Mundial, precisamente la de su compatriota e ídolo Daijiro Katoh en Suzuka.
Si aquel accidente de 2003 sirvió para tomar conciencia del peligro de la proximidad de los muros con la pista y nunca más se volvió a Suzuka, el incidente de Tomizawa reabrió el debate sobre la presencia de césped artificial en las escapatorias.
A partir de ese momento, la comisión de seguridad de MotoGP empezó a analizar diferentes propuestas de materiales para establecer una norma única y aplicar el mismo tipo de superficie en todos los circuitos del campeonato.
Además, se redujo el número de pilotos por fila a partir del año siguiente –de 4 a 3– y también se limitó el número de participantes en una categoría que había llegado a superar los 40 corredores.
11 años más tarde, los límites de las escapatorias son de asfalto y se supervisa quién los supera, lo que ha llevado más de una polémica, pero por fortuna no ha habido que lamentar más desgracias.
