BMW ha creado conceptos que nos ayudan a imaginar cómo serán los vehículos del futuro. No nos encontramos ante un concepto que se vaya a convertir en moto real mañana, más bien es un ejercicio de diseño, un escaparate de tecnologías de futuro. Como cabía esperar, la BMW del mañana funciona con energía eléctrica, “eliminando” los eternos motores boxer de la casa.
Pero no los hacen desaparecer estéticamente: aunque ya no hay cilindros opuestos, los laterales de vehículos siguen estando presentes esas protuberancias características de las motocicletas BMW. Lo llamativo de la idea es que se pliegan como un acordeón hacia la moto, cuando está aparcada.
La moto que no deja que te caigas; el cuadro en forma de triángulo está inspirado en las primeras motocicletas BMW, las R32 de 1923. La novedad recae a la hora de moverse, ya que la moto no deja que te caigas al contar con una tecnología que constantemente mira por mantener nuestra verticalidad independientemente de la velocidad.
De hecho, nos presentan una visión del futuro en la que no hay cascos, completamente seguros de que las ayudas y auto estabilización de la moto no permitirá que toquemos suelo. Aunque han elegido el lema “los próximos 100 años” quizás será real en unos 20 o 30 años.