Hoy en día, cualquiera puede pensar que uno de los inventos más tecnológicos y provechosos para nosotros los motociclistas es una moto eléctrica o los radares de aproximación integrados en el frontal de la moto, pero lo cierto es que, una de las invenciones más significativas ha sido el sistema MIPS que integran tanto cascos de ciclismo como para motociclista. El Sistema MIPS es una tecnología cuyo objetivo es reducir las fuerzas de impacto que sufre la cabeza del motociclista en caso de sufrir un accidente, sin dejar de lado los movimientos de rotación.

La rotación que tienen los cascos se debe a los anclajes o soportes que la sujetan a la estructura del casco, así como el tratamiento antifricción que se añade entre la capa y el EPS del casco son las partes realmente importantes de esta tecnología, todo esto en conjunto es el sistema MIPS. Y por eso hay que desarrollar un MIPS específico para cada modelo de casco y para cada talla, para poder poner las sujeciones en los puntos adecuados.

El objetivo de insertar el sistema MIPS en un casco, es el de cumplir tres normas de seguridad: que se logre un desplazamiento de la lámina entre 10 y 15 mm (suficiente para reducir la inercia rotacional del cerebro ante un impacto), que proteja de forma omnidireccional y tenga una cobertura total (es decir, que sea funcional en cualquier zona en la que se produzca el impacto). Gracias a dicha tecnología, el cerebro es capaz de absorber los movimientos rotarios de la cabeza, que en algún punto pueden resultar dañinos para el órgano. Justamente por ello, se le denomina Sistema de Protección de Impactos Multidireccionales.

Actualmente podemos encontrar esta tecnología en varias marcas de cascos reconocidas, tales como, Bell, KTM, GIRO, Treck Thor, FOX, entre otras. Una vez comentado lo anterior, te recomendamos revisar las especificaciones y certificaciones que tiene un casco antes de comprarlo. Recuerda que no es cuestión de solamente adquirir uno con estilo, sino que, estás comprando tu seguridad al rodar.