Si de motos raras hablamos no podría faltar el par que te presentaremos a continuación. Aunque a simple vista no tienen la apariencia de una motocicleta, éste es el concepto que se ha manejado para presentarlas. Su creadora, Eva Håkansson, es poseedora de diversos récords de velocidad, uno de ellos a bordo de la primera de sus máquinas, con la que consiguió el título de ir en la moto eléctrica más rápida de la historia.
El mejor conocido como KillaJoule es un alargado vehículo de color rojo de potente desempeño, ya que alcanza hasta 434 kilómetros por hora, con los cuales consiguió el récord de velocidad, que era de 400 kilómetros, pero que fue superado sin problema por la sueca.
Su longitud se extiende a 5.6 metros, por un ancho de apenas 53 centímetros y una altura de 96.
Su propulsor, puramente eléctrico, le permite potencializar 400 CV. Las baterías que permiten su uso fueron creadas a base de nanofosfato de litio y éstas pueden ser recargadas mediante luz solar o con un generador de biodísel, lo que la convierte en una unidad amigable con el planeta.
El KillaJoule originalmente cuenta con dos ruedas, sin embargo se le puede adaptar una tercera en caso de que se desee incluir un pasajero además de Eva, convirtiéndolo entonces en un sidecar de 1.14 metros más de ancho.
El segundo vehículo al cual nos referimos al principio es el más reciente proyecto de Håkansson, el cual aún está en proceso de fabricación. Llevará por nombre Green Envy y es catalogado como la segunda generación del KillaJoule pero con mejoras mecánicas, además de la facilitación de conducción.
El Green Envy tendrá una potencia de 1 360 CV, más del triple que su antecesor, y con esto pretende abatir un nuevo récord de 605 kilómetros por hora.
En la página oficial de Eva Håkansson se publica lo siguiente: “Green Envy y KillaJoule se están construyendo para mostrar que la tecnología ecológica y de bajas emisiones es algo con lo que se puede contar. Y que los vehículos eléctricos pueden ser increíblemente rápidos…”
Se estima que será en 2020 cuando la “envidia verde” esté completamente terminada, y esto será posible con el apoyo de personas que deseen contribuir económicamente para su elaboración, cuyos nombres serán plasmados a manera de agradecimiento en el vehículo.