Nacido en el año 1909 en Austria, rodeado de grasa y engranes Trunkenpolz creció fascinado por la mecánica y maquinaria, era un gusto familiar, venía siendo una herencia directa de su abuelo Wenzel Trunkenpolz quien poseía un taller de equipos agrícolas. El primer empleo que tuvo fue como ayudante en el taller mecánico de tu tío más cercano, posterior a ello, se forjó profesionalmente como mecánico de motores y fue ahí cuando se percató que llevaba gasolina corriendo por sus venas. Pronto él compitió en carreras de motos y se convirtió en un exitoso corredor en pista de tierra.
En 1934, se trasladó hacia Mattighofen para independizarse y abrir un taller de coches y motos. Durante ese mismo año, por su desempeño y clientes satisfechos, Trunkenpolz ganó el certificado Craftsman como maquinista y mecánico especialista de motores. El taller fue prosperando y por consiguiente, este mismo le exigía un poco más, así que decidió asociarse con la antigua marca de motocicletas DKW para comercializarla en su ahora tienda-taller; Trunkenpolz aprendió el estado de la mecánica de esos potentes motores y construyó su propio motor de dos tiempos poniéndolo en uno de los más altos niveles. Mientras tanto en 1938, la compañía se había extendido ya con cinco empleados además de Trunkenpolz.
La crisis económica que vivía el país en los 50, propiciaba a que sólo unas pocas personas podían permitirse adquirir un coche. Por lo tanto Trunkenpolz decide desarrollar una motocicleta económica y ligera. Como distribuidor DKW obtuvo amplia experiencia en el negocio de las motocicletas en el período anterior a la guerra. Los términos se establecieron rápidamente – debe ser una ” moto de verdad ” con estribos, sin la unidad de pedal conocido de las bicicletas motorizadas. El motor Rotax 98cc parecía ser la elección perfecta para la pequeña ciudad, la motocicleta R100 fue hecha con piezas caseras. En 1953 la motocicleta fue presentada al público bajo las siglas “KTM” significando: Kraftfahrzeuge Trunkenpolz Mattighofen.
En 1953, el empresario Franco Prida se convirtió en principal accionista de la empresa, que luego pasó a llamarse Kronreif y Trunkenpolz Mattighofen. KTM comenzó la producción en serie de la R100 en 1954. Con una reducción a 20 empleados.
El primer título de la compañía en carreras se ganó poco después con el campeonato nacional austríaco de 1954 categoría 125. KTM apareció por primera vez en el International Six Days Enduro en 1956 donde Egon Dornauer conquistó una medalla de oro. Las carreras continuaron siendo un campo de pruebas fértil para la tecnología de producción. La siguiente en la línea de montaje fue la primer scooter de la compañía, la Mirabell. A medida que la compañía continuó su expansión, la plantilla asciende a 400 empleados en 1971, cuarenta años después de su fundación, KTM estaba ofreciendo 42 modelos diferentes.
En 1955 se desarrolló el modelo de 125cc de Turismo. En 1957 KTM construyó la primera motocicleta deportiva Trophy 125cc. El primer ciclomotor de KTM, llamado Mecky fue lanzado en 1957, seguido por Ponny I en 1960 y Ponny II en 1962. La década de los 60 vio el comienzo de la producción de bicicletas. Al mismo tiempo, KTM también fue capaz de producir motocicletas para la industria de las carreras.
Para el año 1962 Trunkenpolz muere de un ataque al corazón y su hijo Erich Trunkenpolz se hace cargo de la gestión de la empresa. El nombre fue cambiado nuevamente a Kraftfahrzeug Trunkenpolz Mattighofen. En ese momento, KTM tenía unos 180 empleados y una facturación que representaría €3,5 millones.
Con el ingenio y la fabricación cacera que Hans Trunkenpolz le dio a las motocicletas, se forjó una de las marcas más representativas en las motocicletas de carreras, y sin duda alguna, ha dejado un legado que lleva perseverancia en cada una de sus letras.