El estado de Veracruz es un paraíso para los motociclistas aventureros. Sus carreteras, caminos de terracería y paisajes selváticos ofrecen un desafío único. Prepárate para una ruta que pondrá a prueba tu destreza y te sumergirá en la belleza natural del Golfo de México. El recorrido comienza en Xalapa, la vibrante capital del estado, conocida por su ambiente universitario, su amor por la música y sus museos. Antes de emprender el viaje, es recomendable disfrutar de un desayuno con café veracruzano y picadas en el mercado Jáuregui o en alguna de las cafeterías del centro. Para quienes deseen explorar un poco más, el Museo de Antropología de Xalapa (MAX) ofrece una impresionante colección de piezas totonacas y olmecas, mientras que el Parque Los Tecajetes es un pulmón verde ideal para relajarse antes de la aventura.

Desde Xalapa, tomamos la Carretera Federal 140D en dirección a Coatepec, un pueblo mágico famoso por su café y clima fresco. Este tramo es ideal para motocicletas touring y naked, con curvas suaves y un asfalto en buenas condiciones. En Coatepec, los motociclistas pueden visitar una finca cafetalera para conocer el proceso del café, recorrer su centro histórico de calles empedradas y visitar la Parroquia de San Jerónimo. También es una excelente oportunidad para degustar un café recién tostado y probar postres típicos como el pan de elote o los tamales de cazuela.

Continuamos hacia Xico por la carretera estatal, donde el camino comienza a volverse más retador. Aquí, los motociclistas de estilo Adventure o dual-sport disfrutarán de un tramo que combina carretera de montaña con caminos de terracería. Uno de los atractivos imperdibles es la Cascada de Texolo, un mirador natural con una impresionante caída de agua rodeada de exuberante vegetación. Para quienes disfrutan del trekking, hay senderos que llevan a otras cascadas más pequeñas y zonas de baño naturales. En el pueblo, no puedes irte sin probar el tradicional mole xiqueño, un platillo local con un sabor inigualable. También es recomendable visitar la Casa de la Cultura, donde se exhiben artesanías y la historia de la región.

El recorrido sigue rumbo a Coscomatepec, un pueblo enclavado en la sierra, ideal para los amantes del motociclismo off-road. Los caminos de ripio y tierra que conducen a esta zona son un reto técnico, pero recompensan con vistas panorámicas del Pico de Orizaba. Aquí, los motociclistas pueden visitar el Ex-Convento de San Juan Bautista, recorrer sus calles adoquinadas o aventurarse en rutas secundarias que conducen a miradores naturales con vistas espectaculares. Para los más intrépidos, hay caminos que llevan a pueblos escondidos como Calcahualco y La Perla, donde la neblina y los bosques de coníferas crean un ambiente místico. Además, en esta zona se pueden realizar actividades de parapente, ofreciendo una dosis extra de adrenalina para quienes buscan experiencias extremas.

El tramo final de la ruta nos lleva hacia Orizaba por la Carretera 144, pasando por paisajes que combinan la majestuosidad del volcán con el verdor de las cañadas. En Orizaba, los motociclistas pueden disfrutar de múltiples actividades, como subir al Teleférico de Orizaba, que ofrece una vista panorámica impresionante de la ciudad y las montañas, recorrer el Paseo del Río, un sendero ideal para relajarse después de la intensa jornada, visitar el Palacio de Hierro, una joya arquitectónica diseñada por Gustave Eiffel, o conocer el Ecoparque Cerro del Borrego, donde se pueden realizar recorridos en bicicleta de montaña y senderismo. Antes de regresar, es recomendable probar la gastronomía local, como los chiles en nogada estilo Orizaba o un buen café en alguna de las cafeterías tradicionales del centro. Este recorrido toma entre seis y ocho horas, dependiendo de las paradas y el ritmo de conducción. Es una ruta que fusiona la adrenalina de la montaña, la belleza de los bosques y la riqueza cultural de Veracruz. ¡Atrévete a desafiar sus caminos y vive una experiencia inolvidable en motocicleta!