Tu viaje comienza en la magnífica ciudad de Viena, la capital de Austria y un verdadero tesoro de la arquitectura imperial. Sumérgete en la opulencia de palacios como Schönbrunn y Belvedere, donde la grandeza de la dinastía de los Habsburgo cobra vida. Explora las hermosas calles del casco antiguo de Viena, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y maravíllate con la majestuosidad de la Catedral de San Esteban y la Ópera Estatal de Viena. No te pierdas la oportunidad de disfrutar de un concierto de música clásica en alguno de los famosos salones de la ciudad, donde la música de Mozart y Strauss sigue llenando el aire con su encanto. Además, aprovecha para degustar la rica gastronomía local en un café vienés, donde el café y la tarta Sacher son una tradición imperdible.
Después de despedirte de Viena, emprende un viaje a través de las carreteras de Austria, rodeadas de espectaculares paisajes alpinos. Conduce por la autopista A1 hacia el valle de Wachau, famoso por sus viñedos y castillos medievales. El trayecto de Viena a Salzburgo por la A1 es de aproximadamente 300 kilómetros y te llevará alrededor de 3 horas y media, dependiendo del tráfico y las condiciones climáticas. Haz una parada en la bella ciudad de Salzburgo, la cuna de Mozart y escenario de “Sonrisas y lágrimas”. Déjate envolver por la atmósfera mágica de esta ciudad barroca, donde la música y el arte están en todas partes. No te pierdas la oportunidad de visitar la fortaleza Hohensalzburg, que ofrece vistas panorámicas impresionantes de la ciudad y las montañas circundantes. Además, disfruta de un paseo por los jardines de Mirabell, una joya del diseño paisajístico barroco.
Continúa tu aventura hacia el oeste, hacia la región de Tirol, por la A12, también conocida como la Inntal Autobahn. Desde Salzburgo hasta Innsbruck, recorrerás unos 160 kilómetros en aproximadamente 2 horas. Aquí, las montañas cobran vida con la promesa de emocionantes actividades al aire libre. Explora los coloridos pueblos alpinos como Innsbruck, rodeados de picos nevados y bosques frondosos, y disfruta de la hospitalidad austriaca en acogedores chalets y posadas tradicionales. Si eres amante de los deportes de invierno, no te pierdas la oportunidad de esquiar en algunas de las mejores estaciones de esquí del mundo, como Kitzbühel y St. Anton. En verano, la región también ofrece oportunidades para el senderismo, el ciclismo de montaña y la escalada, permitiéndote disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor.
A medida que te acercas al final de tu viaje, toma la carretera B145 y luego la B166 para llegar al impresionante lago Hallstatt, considerado uno de los pueblos más bonitos de Austria. El recorrido desde Innsbruck a Hallstatt es de aproximadamente 300 kilómetros y toma alrededor de 4 horas y media. Contempla las aguas cristalinas del lago rodeadas de altas montañas y casas de cuento de hadas, y sumérgete en la serenidad de este paisaje idílico. Además, aprovecha para visitar la mina de sal de Hallstatt, que ofrece fascinantes recorridos subterráneos que te llevarán a través de siglos de historia minera. No olvides dar un paseo en barco por el lago para disfrutar de una perspectiva única del paisaje.
Después de explorar cada rincón de Austria y maravillarte con su belleza natural y su rica historia, llegar al final de tu viaje será un momento agridulce. Pero recuerda, más allá de la emoción del destino, tu seguridad es lo más importante. Mantén siempre la atención en la carretera, respeta las normas de tráfico y disfruta del viaje con tranquilidad y confianza, sabiendo que has experimentado lo mejor que Austria tiene para ofrecer.
