Ryan Ryno Hughes es uno de los pilotos que se han ganado un apodo especial en el mundo del motocross debido a que por 20 años se mantuvo entre los primeros diez lugares.
Ryno ha estado compitiendo profesionalmente en la industria del motocross desde 1988. Se convirtió en profesional a la edad de 15 años, y a partir de entonces ha sido constante en el deporte del motor. Fue miembro del famoso equipo Spitfire Kawasaki y se convirtió en un héroe popular cuando su cadena se rompió apenas momentos antes de llegar a la recta final de la carrera, por lo que empujó manualmente su moto cuesta arriba logrando así terminar la carrera.
Tras haberse recuperado de una caída, en 1999, se trasladó a Europa por un corto periodo con Pamo Honda, donde terminó en cuarto lugar en la clasificación del campeonato. Esto lo ayudó a volver a EUA para reclamar el título de Motocross de las Naciones, antes de regresar en 2001 para convertirse en piloto de pruebas para la Honda CRF450R.
A bordo de una moto de millones de dólares Hughes corrió su camino de regreso a la cima del motocross americano. Desafortunadamente una serie de contusiones en las rondas finales de la temporada lo forzaron a retirarse por primera vez.
Su primer retiro no lo pasó en vano, ya que se dedicó a hacer pruebas con KTM, lo cual lo ayudó para prepararse nuevamente para otra serie de carreras del Campeonato Nacional al Aire Libre. Hughes estuvo cerca de ganar el codiciado título en dos ocasiones, incluso a pesar de competir con los huesos del pie rotos.
Para 2003 Ryno pasó la temporada compitiendo con su compañero de Red Bull KTM, Grant Langston, quien fuera el ganador del campeonato. Posteriormente, en 2005, Ryan pasó la temporada montando una ECC Honda y anunció su retiro de las competencias a finales de ese año.
Sin embargo, aunque Hughes dejó las carreras profesionales, realmente nunca se pudo mantener lejos de su deporte favorito. En esta nueva etapa de su carrera Ryno se dedicó a entrenar un número de corredores y puso en marcha la línea de suplementos RynoPower.
“Creo que, como piloto, a nadie le gusta admitir que se está haciendo viejo. Uno de los grandes problemas de los pilotos, y yo no supe de esto sino hasta el final de mi carrera, es que todos se ciñen a lo mismo que los demás han estado haciendo”, afirma Hughes.
Habían pasado ya siete años desde que Ryno había entrenado para un Nacional, pero decidió competir en uno. Así que después de meses de trabajo partició en Hangtown en 2012. Aunque no llegó al podio sí quedó entre los 15 pilotos más rápidos de la categoría 450.
“La parte más difícil es ahora, porque me pregunto si alguna vez voy a competir de nuevo. Tenía que dar un paso atrás y ver que la vida ha cambiado realmente. Entonces, ¿para qué fue todo esto? ¿Por qué me esforcé tanto?, ¿para tener 20 huesos rotos, 18 contusiones, 14 costillas rotas, un hígado lacerado, dos barras, tres placas y 24 tornillos en mi cuerpo? Si me alejo en ese momento, nadie me recordará. Se trata de una revisión de mi realidad para preguntarme si todo valió la pena”.
A medida que la carrera de Hughes llegó a su fin empezó a formar a un número de pilotos y creó el Ryno Institute, donde el entrenamiento incluye técnica, entrenamiento y nutrición. Era muy común ver a Hughes dando unas vueltas junto con sus pupilos, hasta que un día sufrió un accidente y una serie de huesos rotos lo forzaron a guardar sus botas para siempre.
“Tenía 40 años cuando me hice daño, pero era todavía mejor que el 95 por ciento de los pobladores del mundo, si no es que más, en una motocicleta.”
Para constatar las palabras de Ryno, MOTOCICLO te invita a disfrutar del siguiente video.