Oaxaca es un destino que ofrece un sinfín de experiencias para los motociclistas que buscan aventura y paisajes inigualables. Su diversidad geográfica permite recorrer carreteras de montaña, caminos costeros y senderos escondidos que conducen a destinos sorprendentes. Este viaje te llevará por caminos inolvidables, una gastronomía excepcional y experiencias únicas.
El recorrido comienza en la ciudad de Oaxaca, una joya colonial llena de historia y tradición. Antes de arrancar motores, disfruta de un desayuno en el restaurante Casa Oaxaca o en Pitiona, donde los chefs reinterpretan la cocina tradicional con un toque innovador. Luego, un paseo por el Centro Histórico permite admirar la majestuosidad del Templo de Santo Domingo y recorrer sus calles empedradas llenas de galerías de arte y mercados llenos de color.

Desde la ciudad de Oaxaca, tomamos la carretera federal 175 con destino a San José del Pacífico, un tramo ideal para motocicletas touring o adventure. La carretera es un deleite para los motociclistas, con curvas que atraviesan la sierra oaxaqueña y vistas espectaculares. San José del Pacífico es conocido por su neblina mística y su entorno natural. Aquí, una parada obligada es en alguna de sus cabañas con vistas a las montañas o una sesión de temazcal para relajarse antes de continuar el recorrido.

El viaje sigue hacia la costa oaxaqueña, descendiendo por la misma carretera 175 hasta Huatulco, un destino famoso por sus playas de aguas cristalinas y su biodiversidad. Este tramo es ideal para quienes disfrutan de la velocidad y las curvas abiertas, con un asfalto en excelentes condiciones. Al llegar, la Bahía de Tangolunda ofrece una gran variedad de opciones para descansar y disfrutar del mar.

Después de disfrutar de Huatulco, la ruta nos lleva hacia Mazunte y Zipolite, dos playas con un ambiente relajado y opciones perfectas para el descanso. La carretera costera 200 permite recorrer estos destinos con el océano de fondo. En Mazunte, un paseo por Punta Cometa al atardecer es una experiencia que no te puedes perder, mientras que en Zipolite, el restaurante El Alquimista es ideal para probar una fusión de sabores locales con productos frescos de la región.

El tramo final del recorrido nos lleva a Puerto Escondido, un lugar que combina la tranquilidad de sus playas con la energía del surf. Tomando la Carretera 200, llegamos a este destino donde los motociclistas pueden disfrutar de un recorrido por la costa, con paradas en lugares como Playa Carrizalillo o Zicatela. Un paseo en moto por Playa Bacochoo una tarde relajante en un beach club son una gran manera de cerrar la ruta.
Este recorrido toma entre dos y tres días, dependiendo de las paradas y del ritmo de conducción. Es una ruta que combina la emoción del motociclismo con la belleza de los paisajes de Oaxaca. Si buscas aventura, cultura y gastronomía, este viaje es para ti.