Guerrero es mucho más que sol y playa. Es un estado diverso, ideal para una travesía en moto que combine adrenalina, paisajes espectaculares y cultura viva. Sus rutas cruzan la Sierra Madre del Sur, pueblos tradicionales y caminos que parecen perdidos en el tiempo. Perfecto para quienes buscan experiencias auténticas, ya sea por la costa o entre la sierra.
Empieza tu viaje en Chilpancingo, la capital del estado. Desde aquí puedes organizar tu ruta, hacer una pausa para probar el pozole guerrerense y visitar el Museo Regional, antes de lanzarte a la carretera.

Desde Chilpancingo, toma dirección hacia Tixtla, un pequeño pueblo con historia insurgente. El camino está rodeado de vegetación, ideal para motos touring o doble propósito. Continúa hacia Chilapa de Álvarez, famoso por su tianguis de productos tradicionales y su arquitectura colonial. Esta zona ofrece tramos rurales que atraviesan comunidades con fuerte arraigo indígena.
Haz una parada en la iglesia de Chilapa y prueba las enchiladas guerrerenses en alguno de los mercados locales.

Sigue hacia Taxco, uno de los pueblos mágicos más bellos del país. El trayecto ofrece vistas a montañas cubiertas de neblina y curvas pronunciadas: una delicia para motociclistas experimentados. Al llegar, déjate envolver por sus calles empedradas, fachadas blancas y el brillo de la plata.
Visita el Templo de Santa Prisca, recorre los talleres artesanales y tómate un respiro con una vista panorámica desde el teleférico.

Desde Taxco, aventúrate hacia Ixcateopan, una localidad escondida entre montañas y conocida por ser el lugar donde se hallaron los restos de Cuauhtémoc. El camino es angosto y con tramos de terracería, ideal para motos tipo trail. Aquí se respira un ambiente tranquilo, lleno de historia y misticismo.
Haz una pausa para explorar sus callejones y visitar el pequeño museo dedicado al último tlatoani mexica.

Para finalizar tu ruta, dirígete hacia la Costa Grande por caminos que cruzan la sierra. Llegarás a la zona de San Jerónimo de Juárez y, más adelante, a Playa Ventura, un paraíso escondido perfecto para una noche de descanso frente al mar.
Estas rutas combinan terracería, curvas de montaña y tramos costeros que hacen de Guerrero un paraíso completo para el motociclismo.

Esta aventura se puede recorrer en tres o cuatro días, pero si tienes tiempo, puedes extenderla hasta Acapulco o Zihuatanejo por la costa, completando una travesía llena de contrastes. Guerrero es ideal para riders con espíritu libre, dispuestos a descubrir tesoros fuera del mapa.
Guerrero te espera con montañas, cultura, historia indígena y playas que recompensan cada kilómetro recorrido.