Para nuestro siguiente destino dejaremos las amenidades de la autopista para adentrarnos a uno de los puntos clave de la ruta más enigmática de Estados Unidos.
En Nuevo México los paisajes son completamente desérticos, pero con gran diversidad étnica y cultural. Por ser uno de los estados más pobres del país cuenta con los precios más asequibles de la Ruta 66.
Tucumcari es la parada obligatoria para los que realizan esta travesía. Casi todos los moteles, restaurantes y establecimientos que tuvieron esplendor en la década de los 40 y 50 siguen funcionando.
Algunos de los moteles más sobresalientes de Tucumcari son el Cactus RV Park, el Palomino Motel, el Blue Swalow, el Route 66 Motel y el Safari Motel. En esta ciudad encontrarás murales espectaculares alusivos al maratónico recorrido de la Ruta 66 por Nuevo México y su desértico paisaje, el más grande de ellos mide 38 metros de largo por 7 de altura.
No podrás dejar pasar la oportunidad de probar las deliciosas malteadas y hamburguesas del 66 Diner, anteriormente una tienda de mecánica y convertida en restaurant desde 1987.
Santa Rosa destaca por su pintoresca arquitectura española del siglo XVI combinada con materiales propios de la zona, como la piedra y el adobe, más los llamativos letreros neón de los establecimientos que brillan a lo lejos en la oscuridad en la inmensidad del desierto y que invitan a quedarse y reponerse para continuar el viaje.
Al salir de Santa Rosa puedes tomar el camino corto o el largo rumbo a Albuquerque.
Si decides tomar el camino largo atravesarás por Pecos, población que seguramente reconocerás por las montañas Sangre de Cristo, pues han aparecido en varias películas del oeste. Santa Fe, la capital del estado, conserva su arquitectura hispánica, donde convergen diversas culturas y museos.
Llegando a Albuquerque, la ciudad más grande y turística de Nuevo México, apreciarás la fuerte herencia española y los vínculos que hubo con los indígenas y la Ruta 66, misma que se inauguró en dicha ciudad en 1926.
Al pasar por Albuquerque hospédate en un icónico motel del lugar que sirvió de inspiración para el motel Cozy Cone de la película Cars.
A casi una hora al este de Albuquerque encontrarás uno de los museos que alberga 30 autos clásicos y sus corredores, señalamientos retro y todo lo que ha tenido lugar en la Ruta 66.
Recuerda llevar tus provisiones para el camino, gran cantidad de agua y el tanque de gasolina lleno, ya que las estaciones de servicio y gasolineras son muy esporádicas.
Lo entretenido e interesante de este viaje es ir brincando de pueblo en pueblo y conociendo la diversidad de sabores y tradiciones, capturando paisajes en la memoria del viajero y haciendo nuevas amistades que surjan en el camino.