Kevin Schwantz es un conocido expiloto de origen estadounidense que en las décadas de los ochenta y noventa disputara el título del Campeonato Mundial de Motociclismo y en 1993 se hiciera acreedor al campeonato en la categoría de los 500 centímetros cúbicos. Esta buena racha venía dando frutos desde 1989, cuando quedara en cuarto sitio, segundo en 1990, tercero en 1991 y en cuarta posición en 92 y 94. El piloto estadounidense inicia su trayecto a bordo de una motocicleta a los cuatro años, pues el don para pilotearla ya le venía de familia. Sus padres eran dueños de una tienda de motos, y tanto su padre como su tío ya tenían historia dentro de la modalidad del trial, en donde Kevin hizo sus primeras apariciones.

Años más tarde, durante su adolescencia, decidió apostar por el motocross, en donde destacó entre los mejores corredores de MX de su generación. Sin embargo, luego de un terrible accidente durante las pruebas clasificatorias para el Supercross de 1983, Schwantz decidió retirarse por un tiempo del motociclismo. Pero su ímpetu por ser campeón y su pasión por el motociclismo no pudieron quedar suspendidos por mucho tiempo, pues al año siguiente tuvo una atractiva invitación para ser parte del equipo Yoshimura Suzuki Superbike, la cual aceptó sin dudarlo.  Pronto su participación rindió frutos, pues ganó el Willow Springs del AMA Superbike de 1985.

Schwantz fue un fiel competidor del equipo Suzuki, conjunto con el cual se convirtió en acreedor de 25 títulos de su categoría y se destacó en 51 podios de los 105 GP en los que había participado.  Con su emblemático número 34 era conocido y admirado por la afición, y su simpatía y sencillez lo ayudaron a que lo admiraran aún más. Al momento de su retiro Kevin Schwantz sumaba un total de 25 triunfos dentro del Grand Prix, lo cual lo convirtió en el segundo piloto estadounidense más victorioso. En conmemoración de esto y de su impecable carrera, la Federación Internacional de Motociclismo retiró su número 34 de la competencia a manera de homenaje.