Triumph es la marca de motocicletas inglesa más reconocida a nivel mundial por sus hermosas y potentes máquinas. Sabemos que detrás de un imperio se encuentra una cabeza emprendedora y visionaria, tal es el caso de John Stuart Bloor, el empresario fundador de la marca británica.
Bloor nació el 16 de junio de 1943 en el pequeño condado de Derbyshire, Inglaterra. A diferencia de muchas personalidades del motociclismo, Bloor no desarrolló el amor por las dos ruedas desde muy joven, todo lo contrario, desde muy pequeño se empeñó en trabajar duro hasta crear una empresa sólida. A la edad de 15 años, se vio obligado a abandonar los estudios debido a que desde pequeño padecía de salud. Comenzó a trabajar de aprendiz de escayolista para una constructora local. Cinco años más tarde, con la suficiente experiencia inaugura la Bloor Homes, una de las mayores constructoras del Reino Unido. Con 20 años contaba con su propia casa y una compañía solida con un futuro prometedor.
En 1983, cuando John Bloor visitó una fábrica cerrada en Coventry, Inglaterra, el desarrollador de bienes raíces estaba buscando su próximo sitio de construcción. Lo que encontró en cambio fue una idea para un nuevo negocio. Resultó que esa fábrica decrépita había producido una vez la legendaria motocicleta Triumph. Aunque Bloor decidió no comprar la propiedad, sí adquirió por aproximadamente $ 200,000 la marca de motocicletas Triumph y los diseños y herramientas de la difunta compañía.
Bloor reorganizó la forma de trabajo en la empresa y creó un nuevo equipo, aunque utilizando a muchos de los antiguos diseñadores de Triumph. Viajó hasta Japón con el fin de visitar las plantas ensambladoras de la competencia en ese país y adoptar ideas nuevas, así como la forma de trabajo y equipar con maquinaria controlada por computadora a la nueva planta de la compañía de 40,000 m2 que se inauguró en 1991 en Hinckley, Leicestershire. Los asistentes al Salón de Motocicletas de Colonia fueron testigos del re-lanzamiento de Triumph con la presentación de las Daytona 750 y 1000, Trident 750 y 900 y Trophy 900 y 1200.
Tras sufrir un incendio en 2002, la fábrica reanudó su producción que se estima en unas 46,000 motos al año.
Bloor afirma que Triumph Motorcycles, de la que es el único propietario, finalmente se ha vuelto rentable. Un nombre que rescató del basurero de la historia, haciendo girar nuevos modelos innovadores, más rápido que el resto de la industria y llevando a cabo una campaña de marketing inteligente.
Los motores Triumph eran los preferidos, algo que se hizo aún más evidente tras los diferentes récords de velocidad que consiguió la marca con sus motores bicilíndricos en paralelo de 650 cc, tal es el caso del lago salado de Bonneville. Esta esencia y herencia histórica ha sido recuperada por Bloor con la recuperación de sus modelos más clásicos como la Thruxton, Bonneville o Scrambler, adaptados a la tecnología actual.
Actualmente, Adrian Bloor, hijo de John es el actual dueño de Bloor Homes, mientras que la marca inglesa continúa invirtiendo en nuevos modelos. El rendimiento de las exportaciones sigue siendo sólido, con instalaciones de producción y redes de distribución en gran parte del mundo que ofrecen una contribución importante. La compañía tiene una fábrica en Brasil, además de tres fábricas en Tailandia y una en India.
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