Hoy en día, la fibra de carbono es un exclusivo material que se emplea con profundidad en las competencias. Posee dos grandes características: ligereza y fortaleza, que lo hacen ideal en distintos escenarios, aunque como desventaja es más caro que la fibra de vidrio o el plástico ABS. Por otra parte, la Yamaha XSR700, es un modelo que se presta a ser personalizado. Ya desde sus orígenes, la marca japonesa, lo concibió como un lienzo en blanco en el que cada ususario se exprese libremente.
La compañía taiwanesa HooBue, decidió realizar su particular visión de la Yamaha XSR700, un producto bautizado con el nombre de Tyrant. A partir de una unidad de 2016, los responsables de HooBue han puesto una estricta “dieta” de fibra de carbono hasta convertirla en la agresiva “street tracker”.
Yamaha denomina a su gama XSR con el lema: “The Dark Side of Japan” – El lado oscuro de Japón –. Un concepto que sirvió de inspiración a Jurmol para diseñar una moto en la que el color negro es el que predomina. Lo más notorio de la HooBue XSR700 Tyrant, es el uso de la friba de carbono en diversas piezas, desde las tapas laterales hasta la carcasa del faro que parece la típica placa en la que va el dorsal. Las dos tomas de aire, a ambos lados de la horquilla, le dan una imagen ruda. En la parte trasera destaca la pieza acoplada al asiento de serie que da la impresión de monoposto. El estilo flat track se completa con las tapas laterales a modo de placas portanúmeros con el 07.
HooBue ofrece el kit Tyrant completo o por piezas individuales. El precio total es aprox. de 1,800 dólares, más gastos de envío. Dentro del paquete no están incluidos el manillar Renthal Fatbars, las luces LED, el amortiguador Öhlins o el escape Akrapovic.
