Honda continúa con su ambicioso plan de lanzar motos eléctricas de alto rendimiento. Aunque los diez modelos previstos para 2025 aún parecen lejanos, la última patente deja claro que la primera moto eléctrica de gran tamaño está más cerca de lo que se cree. Este nuevo modelo tiene un tamaño comparable a una de 1 000 cc y, según los detalles de la patente, se basa en la icónica CB1000R, un giro inesperado, dado que se suponía que vendría algo más pequeño, como la CB300R.

Componentes como la horquilla, el faro y el basculante monobrazo provienen directamente de la CB1000R, lo que confirma la conexión entre ambos modelos. Además, el depósito se ha modificado para incluir un puerto de carga en lugar del clásico tapón de combustible, conectado directamente a una caja de distribución energética que ocupa gran parte del espacio interior. Las baterías están dispuestas en cuatro paquetes inclinados, apilados en dos capas dentro de una caja estructural, lo que indica que no serán extraíbles y que solo se podrán cargar con la moto detenida.

El motor eléctrico se encuentra ubicado bajo el asiento, aunque aún no se conoce su potencia. Debido a la ubicación de este motor, Honda ha reposicionado la suspensión trasera hacia abajo, utilizando un sistema de varillaje que es prácticamente el mismo que el Unit Pro-Link, tecnología estrenada en la legendaria RC211V de MotoGP. Además, la moto contará con refrigeración líquida y una opción de carga rápida CCS2, que suele tener una potencia de unos 22 kW.

Aunque todavía es un prototipo en papel, el avance tecnológico que Honda ha desvelado podría cambiar las expectativas de las motos eléctricas en un futuro cercano.