Ildefonso Camarena González, conocido como el Loco Camarena, falleció en Guadalajara el pasado 13 de septiembre, a los 93 años. Será una figura inmortal en la historia del motociclismo mexicano, pues su pasión, destreza y dedicación lo han elevado al estatus de leyenda. En 2015 fue reconocido con el Premio Nacional México Galardón Revista Moto por su impresionante trayectoria, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, con lo cual dejó una huella imborrable en el deporte.
Originario de Jalisco, Camarena se destacó en las pistas desde sus inicios. Logró ser campeón nacional durante siete años consecutivos y también ganó cuatro campeonatos panamericanos. Durante sus 45 años como corredor profesional acumuló más de mil trofeos, un testimonio tangible de su incansable espíritu competitivo y de su dominio de las motocicletas. Este legado de triunfos hizo que lo incluyeran en el Salón de la Fama como el mejor deportista del siglo XX, un reconocimiento que honra su influencia en el deporte y su capacidad para inspirar a nuevas generaciones.
Su legado no solo se refleja en los trofeos y campeonatos. En Zapopan, Jalisco, existe una calle que lleva su nombre, un tributo a su influencia en su tierra natal. En la Unidad Revolución se erige un mármol conmemorativo de un metro cuadrado y una estrella dorada que inmortalizan su legado. Además, un museo conserva todos sus reconocimientos y diplomas, preservando así la memoria de sus logros para las futuras generaciones.
Ildefonso el Loco Camarena no solo dejó una marca en las pistas, sino también en los corazones de los aficionados al motociclismo. Su perseverancia y talento lo consolidaron y será siempre una leyenda viva. Su nombre seguirá resonando con fuerza en el deporte mexicano, como un símbolo de excelencia y pasión por las dos ruedas.