Hierve el Agua, un apacible lugar en el estado de Oaxaca, cuyo principal atractivo son sus dos impresionantes cascadas petrificadas de origen natural, con una altura entre 12 y 30 metros, que se proyectan hacia una barranca de más de 200 metros de profundidad, ambas formadas por carbonato de calcio hace miles de años; un fenómeno ocasionado por el escurrimiento de agua con alto contenido de minerales.
El manantial que dio origen a las cascadas se aprovechó para formar una gran alberca, que actualmente funciona como balneario natural por sus aguas termales con una temperatura de unos 25 grados centígrados, donde se puede admirar parte del Valle de Tlacolula y la imponente Sierra Mixe.
Es un sitio de interés arqueológico pues posee un complejo y antiquísimo sistema de irrigación único en su tipo en México, construido por los Zapotecas hace unos 2,500 años, además de que es reconocido como un lugar sagrado, que fue situado aquí, quizás a sus grandes contrastes naturales, pues está en el corazón de una abrupta sierra que durante el estiaje se caracteriza por su extrema aridez por lo que con dicho sistema lograron una agricultura intensiva orientada al máximo aprovechamiento del agua de los manantiales, en un terreno con pronunciadas pendientes.
Gracias a estas investigaciones se ha logrado entender la forma de construcción y el funcionamiento de las terrazas y canales que cubren una amplia extensión en torno a la zona de “El Anfiteatro”, que es la que recibe visitantes.
Existen cabañas perfectamente equipadas, con instalaciones para pasar la noche, como: vestidores, baños, palapas, alberca y servicios de alimentos.
El lugar se ubica a 630 km de la Ciudad de México y a unos 50 km de la ciudad de Oaxaca, en la población de San Isidro Roaguía.
El paseo inicia saliendo de Oaxaca, en la ruta se recomienda una visita al Árbol del Tule; posteriormente se continúa con dirección a la población de San Lorenzo Albarradas. En la desviación de la carretera que va a los Mixes y la población de Albarradas inicia el recorrido abrupto hasta llegar al poblado de Roaguía.
Ahí se hace una pausa para observar el proceso de elaboración y destilación del mezcal, continuando luego hasta Hierve El Agua.
Durante la travesía es un disfrute observar la vegetación, predominantemente de selva baja perennifolia, en los cerros de los alrededores predominan coníferas y latifoliadas.
Vale la pena admirar este espectacular fenómeno natural ya que la única cascada similar que existe en el mundo es la de Pamukkale, situada en Turquía. No olvides tu equipo completo.