En febrero de 1893 André Michelin citó una frase —”El neumático se traga los obstáculos”— durante una conversación que tuvo sobre las ventajas de esta pieza en la Conferencia de la Sociedad de Ingenieros Civiles. En ese momento él se refería a la importancia que tenían los neumáticos cuando se trataba de conseguir un viaje más seguro y cómodo.
Al siguiente año, en una exposición muy importante llamada la Exposición Universal y Colonial de Lyon, su hermano Édouard Michelin observó dos altas pilas de neumáticos que decoraban la entrada, y en ese momento pensó que agregándole dos brazos y dos piernas se asemejaría mucho a un muñeco.
Las dos frases se materializaron poco después, cuando Edouard hojeó los dibujos del ilustrador Rossillon, que firmaba con el seudónimo O’Galop, y vio la imagen de un hombre gordo levantando una taza con la frase “Nunc est Bibendum” (“Es hora de beber”). Rápidamente le vino a la memoria su frase “El neumático se traga los obstáculos” y asoció la imagen de la pila de neumáticos en Lyon. Así que le encargó un cartel a O ‘Galop que combinara las dos ideas: el hombre gordo y la pila de neumáticos.
El resultado fue la creación de un personaje imponente, formado por neumáticos, que sostenía una copa con fragmentos de vidrios y clavos, con la frase “Nunc est Bibendum”, haciendo referencia a su capacidad de superar los obstáculos que se encontrara en la pista.
Hasta entonces el personaje todavía no tenía un nombre, pero no pasaría mucho tiempo así. Meses más tarde, durante la carrera París-Ámsterdam-París, el piloto Théry reconoció a André Michelin y le dijo: “Mira el Bibendum”, refiriéndose a la frase que el empresario industrial había dicho en la conferencia. Y gracias a eso, oficialmente Bibendum se convirtió en el nombre de uno de los personajes más carismáticos y con buen humor de la publicidad mundial.
Más de 100 años después, el muñeco de Michelin está presente en campañas, adhesivos e incluso en los propios neumáticos que produce Michelin.
En 1905 la empresa le solicitó un nuevo dibujo del muñeco Michelin al ilustrador O’Galop, para darle más fuerza con otra imagen. Esta vez debería tener una lanza en una mano, un escudo en la otra y usar un yelmo. La frase que acompañaría el cartel sería: “My strength is as the strength of ten because my rubber’s pure” (“Mi fuerza es como la fuerza de diez, por la pureza de mi caucho”), refiriéndose claramente a la superioridad de Michelin sobre la competencia.
Al año siguiente Michelin instaló una fábrica en Italia, y en 1907 la empresa lanzó un periódico llamado Il Pneumatico Michelin. Consejos y Prodigios del Hombre Michelin...
Con la expansión de Michelin a otros países su símbolo adquirió cada vez mayor relevancia. Por ejemplo, incluso hoy en día los estadounidenses consideran al muñeco Michelin como un verdadero compatriota.
Con una velocidad impresionante, la imagen del muñeco Michelin pronto se extendió por los cinco continentes: en 1925 en Indochina, en 1931 en Karlsruhe (Alemania), en 1933 en Argentina, en 1934 en España y Checoslovaquia.
El muñeco de Michelin fue nombrado “el mejor logotipo del mundo”, por el diario Financial Times y la revista Report on Business en el año 2000. Los motivos fueron varios: su larga existencia, el gran carisma con el que conquistaba a diferentes públicos, además de los valores y del prestigio que poseía desde el principio de su creación.
Desde entonces el muñeco Michelin ha seguido su trayectoria de éxito con todo su atractivo y buen humor, y su fama se extiende a más de 170 países en todo el mundo, como digno representante de la empresa.