Cuando hablamos de leyendas del mundo del motociclismo es imposible no mencionar al héroe de la velocidad Burt Munro, a quien se le atribuye el récord de la motocicleta más rápida del mundo durante los 60’s. Una hazaña aún más impresionante de lo normal, considerando que cuando lo logró tenía 68 años cumplidos, arterioesclerosis y su moto había sido modificada muy artesanalmente por él mismo.
Herbert J. “Burt” Munro nació en 1899 en Invercargill, Nueva Zelanda, donde inició su amor por el motociclismo cuando tenía 16 años y consiguió su primera motocicleta, una sencilla Douglas que le inspiró a desarrollar su pasión para posteriormente en 1920 comprarse la moto que más adelante se convertiría en la leyenda que todos conocemos.
Pagando por ella una pequeñísima cantidad de tan sólo 50 libras, esta motocicleta no era la gran cosa en sus inicios, alcanzaba sólo los 90 km/h, pero Burt se enamoró de su vehículo y pasó toda su vida modificándola y mejorándola con sus propias manos, ya que él mismo se dedicó a fabricar piezas que utilizaría en su moto, le imprementó inclusive aleaciones recicladas hasta con latas de conserva para crear pistones, cabezas de cilindro, embrague y más.
Fue un largo proceso de 20 años que siguió para convertir su modesta moto en el monstruo de 950 cc, cuando Munro acogió la moto, este tenía 47 años y la finalizó al cumplir los 68 años. Decidió seguir su sueño de velocidad, viajando a Estados Unidos en 1967 para participar en la carrera anual de la Semana de la Velocidad de Bonneville Salt Flats, en Utah.
No consiguió inscribirse oficialmente, pero a pesar de esto, logró participar brincándose la burocracia para impresionar a todos al conseguir la plusmarca de velocidad en motocicletas de menos de 1000 cc, superando los 300 km/h. Una hazaña que en verdad marcó un lugar en la historia, ya que su máxima de 331 km/h sigue sin ser superada por motocicletas de la misma marca, aunque el récord oficial en la carrera de clasificación quedó en 295.453 km/h. Su moto fue apodada “Munro Special” y actualmente se exhibe en Invercargill, su lugar de nacimiento.
Volvió nueve veces más a la misma competencia anual antes de morir por causas naturales en 1978, consiguiendo en todas una plusmarca. Su historia demuestra como la perseverancia y la pasión por lo que amas realmente puede superar cualquier límite para cumplir tus sueños. Su vida inspiró la película protagonizada por Anthony Hopkins y dirigida por Roger Donaldson en el 2005, “Burt Munro: Un sueño, una leyenda”, en donde se relata su viaje a Salt Flats para participar en la histórica carrera que marcó su lugar como un personaje icónico del motociclismo, un filme muy recomendado para todo fanático del mundo de las dos ruedas.
Vidas como ésta, son las que MOTOCICLO relata con admiración en cada edición.