La aventura comienza en Atenas, cuna de la civilización occidental. El rugido del motor se mezcla con el eco de la historia mientras ruedas por las calles cercanas a la Acrópolis, el Partenón y el Ágora. Pero no te detengas mucho tiempo, la ruta apenas empieza.
Toma la carretera Poseidonos hacia el sur, bordeando la Riviera Ateniense. Este primer tramo hacia Sounion son 70 km de vistas costeras que se recorren en aproximadamente 1 hora y 30 minutos. La costa es un desfile de calas escondidas, playas de aguas turquesa y cafés con vistas al mar Egeo. Aquí la conducción es suave y relajada, con el sol brillando sobre el casco y el aroma a mar abriéndose paso entre las curvas.

En Sounion te espera el Templo de Poseidón, al borde de un acantilado donde los atardeceres son pura poesía. Desde aquí, puedes tomar la ruta interior hacia Lavrio y luego enlazar con carreteras secundarias que zigzagean entre colinas verdes y pueblos blancos.
Sigue hacia el norte rumbo a Maratón, un trayecto de 90 km por carreteras interiores, que se puede recorrer en 1 hora y 45 minutos. Los campos abiertos son perfectos para motos trail o naked, y las rutas rurales ofrecen giros técnicos y paisajes tranquilos que contrastan con la energía urbana de Atenas.

Si lo tuyo es la montaña, apunta hacia el Monte Parnitha, al norte de la ciudad. Desde Maratón, el ascenso es de 45 km y se recorre en unos 50 minutos. Sus bosques de pinos, caminos sinuosos y miradores naturales te dan una experiencia totalmente distinta: fresca, elevada y con vista panorámica de la cuenca ateniense.
Más allá, si te animas a extender la aventura, pon rumbo a Delfos. Desde Parnitha es una ruta de 180 km por caminos panorámicos de montaña, que puedes cubrir en unas 3 horas y media. El sitio arqueológico se ubica en un paraje mítico entre laderas escarpadas y valles verdes. Rodar por esta zona es como recorrer un poema épico, donde cada curva parece dictada por los antiguos oráculos.

La mejor temporada para recorrer Atenas en moto es entre abril y junio, o de septiembre a octubre, cuando el clima es templado y los caminos están despejados. El verano puede ser caluroso, pero las rutas costeras ofrecen escapadas refrescantes.
Las motos ideales para esta ruta combinan agilidad con potencia media: Yamaha Tracer 7, BMW F 800 GS o Ducati Scrambler. En la ciudad, el tráfico puede ser intenso, pero una vez que sales al campo, la libertad es total.
En total, esta ruta cubre cerca de 385 km y puede hacerse cómodamente en 2 o 3 días, permitiéndote disfrutar de paisajes, historia, gastronomía local y momentos para detenerte a observar el horizonte.
Atenas no es solo historia: es una puerta hacia caminos antiguos, paisajes que inspiran leyendas y rutas que transforman cada kilómetro en una travesía atemporal. Rodar aquí es conectar con el espíritu de los héroes griegos, mientras el viento lleva susurros de epopeyas pasadas.