Comienza tu aventura en la ciudad de Durango, la capital del estado, conocida por su arquitectura colonial y su papel en la historia del cine. No te pierdas el Centro Histórico, donde podrás visitar la Catedral Basílica Menor, el Teatro Victoria y la Plaza de Armas. Explora los antiguos barrios y descubre el Museo Francisco Villa, dedicado a la vida del famoso revolucionario. Disfruta la gastronomía local con platillos como el caldillo durangueño, las gorditas rellenas y el asado de boda.
Cuando hayas terminado tu visita en esta ciudad, toma la carretera federal 45 hacia el norte y adéntrate en las montañas y los bosques que ofrecen paisajes impresionantes. Esta ruta es ideal para los motociclistas debido a sus curvas desafiantes y su asfalto bien mantenido. Detente en el Parque Nacional El Tecuán, un lugar idóneo para el ecoturismo, donde puedes hacer senderismo, acampar y disfrutar de la naturaleza. Más al norte, en el municipio Nombre de Dios, explora las cascadas de la Quebrada de Fernández, un sitio perfecto para la aventura y la fotografía.
Continúa tu recorrido hacia el oeste por la carretera federal 40, también conocida como la Supercarretera Durango-Mazatlán. Esta te llevará a través de la Sierra Madre Occidental y tendrás la oportunidad de apreciar vistas panorámicas espectaculares y una experiencia de conducción inolvidable. Haz una parada en el Puente Baluarte, uno de los puentes atirantados más altos del mundo, y admira la ingeniería y la belleza natural de la región. La carretera es una ruta imperdible, pues es famosa entre los motociclistas por sus desafíos técnicos y su impresionante paisaje.
Al regresar hacia el centro del estado, dirígete a la Zona del Silencio, un misterioso desierto que ha sido objeto de numerosas leyendas y estudios científicos. Este lugar, situado en la región del Bolsón de Mapimí, es ideal para la observación astronómica gracias a su cielo despejado y a que no existe ahí contaminación lumínica. La fauna y flora únicas de esta zona también te sorprenderán. Asegúrate de revisar tu motocicleta y de llevar suficiente agua y combustible, pues es un área remota, con pocos servicios.
Explora Mexiquillo, un pueblo mágico de Durango, , que es un paraíso para los amantes del senderismo, el ciclismo de montaña y la observación de aves. Este lugar ofrece formaciones rocosas impresionantes, bosques de coníferas y cascadas, o sea, un destino ideal para los aventureros. Las rutas de terracería y los caminos sinuosos son perfectos para los motociclistas que buscan una experiencia fuera del asfalto. Otro pueblo mágico es Mapimí, conocido por su rica historia minera y su arquitectura tradicional. Visita la Mina de Ojuela y su famoso puente colgante, que te llevará a través de un cañón profundo y te brindará una experiencia emocionante y vistas impresionantes. El acceso en motocicleta a estos pueblos añade un toque extra de aventura.
Termina tu travesía en el municipio de Gómez Palacio, donde podrás relajarte en el Parque La Esperanza, un oasis de tranquilidad con áreas verdes y lagos artificiales. Realiza una caminata por sus senderos y saborea la gastronomía local en los restaurantes cercanos. Después disfruta la hospitalidad local y las facilidades para descansar después de un día lleno de aventura.
Este viaje por Durango en motocicleta no es solo un recorrido, es una inmersión en la historia, la cultura y la naturaleza de uno de los estados más fascinantes de México. Cada kilómetro te revelará nuevas maravillas y te dejará con recuerdos inolvidables. La comunidad motociclista local es acogedora y siempre está dispuesta a compartir consejos y recomendaciones para disfrutar al máximo del viaje.
Prepárate bien, revisa tu motocicleta y lánzate a la carretera para vivir una de las aventuras más emocionantes en este hermoso estado.