El club proporcionó estos datos generales del modelo más antiguo que se exhibió, y también presentó las siguientes fotografías, que nos dejan ver la historia particular de recuperación de esta motocicleta, para ilustrar un poco el fascinante camino de las restauraciones.
Alejandro García, miembro del club, nos comenta que lo mejor de este nicho del motociclismo, aparte de conservar la historia y crear nuevas relaciones, es que ayuda a que el conductor se involucre más con su vehículo, a que este se convierta en una extensión de él, y a que se intensifique la emoción al rodar en su motocicleta. Otra misión que tiene el club es fortalecer los vínculos entre los demás compañeros que también “padecen del mismo mal”.