Las conmociones cerebrales representan una seria amenaza para los motocilistas. Esta tecnología de cascos está diseñada para ser la clave de la supervivencia en el camino.
Identificar con precisión las conmociones cerebrales no es tarea fácil. Al caerse en moto, aunque el motociclista se levante ileso en apariencia, existe una probabilidad significativa de haber sufrido una conmoción cerebral, una situación común pero preocupante.
La solución a este problema se inspira en el mundo del fútbol americano, donde el 80 % de las conmociones cerebrales pasan desapercibidas. Este fenómeno, también presente en MotoGP, ha llevado a la aplicación de tecnologías avanzadas para abordar este problema.
Avanzando en esta dirección, el casco “Fórmula ‘S’ 2024” de Fly Racing se destaca por su capacidad para detectar accidentes y alertar a los servicios de emergencia. Equipado con tecnología Bluetooth, análisis de recorrido y un sistema de alerta automático, este casco inteligente registra datos cruciales en caso de impacto, brindando información valiosa para el diagnóstico médico, especialmente en casos de conmociones cerebrales.
Un desarrollo técnico prometedor es el ‘dispositivo HIT’, aplicado a cascos de moto y ciclistas de montaña. Este sistema calcula la fuerza del impacto, facilitando la detección de conmociones cerebrales mediante una aplicación móvil que evalúa en tiempo real la gravedad de la lesión.
Explorando horizontes más avanzados, la posibilidad de incorporar sensores de electroencefalografía (EEG) en los cascos se presenta como un siguiente paso. Investigadores en Estados Unidos ya han experimentado con esta tecnología, que, al leer en tiempo real el electrocardiograma y la actividad cerebral, representa un nivel superior en la prevención de lesiones.
Incluso se ha patentado un sistema con cómodos parches experimentales que, al adherirse al cuello, informan sobre la dinámica del movimiento de la cabeza y leen las tensiones en el cuello, proporcionando una visión más completa de los efectos de un latigazo cervical.
En resumen, las innovaciones tecnológicas están transformando radicalmente la seguridad de los motocilistas, ofreciendo soluciones inteligentes para prevenir y diagnosticar conmociones cerebrales, marcando un hito en la evolución de la seguridad en el mundo de las dos ruedas.