Transcurría el año de 1965. La gente estaba en plena recuperación anímica posterior a la Segunda Guerra Mundial, pero inmersa en la pugna de superpotencias de la Guerra Fría. Los movimientos feministas estaban a flor de piel en la de década de los 60, el “amor y paz” se encontraba por todos lados y el feminismo empezó a cobrar mucha fuerza.
Este movimiento lo utilizaron en varias ocasiones algunas empresas para impulsar sus ventas. Yamaha supo aprovecharlo bastante bien y se le ocurrió presentar una moto feminista: la Yamaha U5E Lady. ¿Qué era lo que hacía que esta moto estuviera pensada para mujeres? Pues principalmente su aspecto estético, pero por desgracia el aspecto práctico dejaba mucho que desear.
En 1958 había surgido una moto poderosa, la Honda SuperCub, que desde sus inicios hasta nuestros días lleva vendiendo más de 100 millones de unidades en todo el mundo. Siete años más tarde llegó el contraataque de Yamaha con un scooter sencillo, ligero, con un motor de 50 centímetros cúbicos y una estética que verdaderamente era muy parecida a la Honda SuperCub.
Intentando aprovechar la fuerza del movimiento feminista, Yamaha diseñó la Lady Yamaha o Yamaha U5E Lady, en la cual introdujo algunos cambios que orientaban el producto directamente hacia el público femenino: el color rosa, una cesta delante del manillar y flecos en el asiento.
La vida comercial de la Yamaha U5E fue corta, muy corta. La Lady Yamaha se logró mantener en el mercado sólo durante dos años, como testimonio a un fracaso comercial tremendo, pero que por lo menos no había sido demasiado caro de producir.
Tan fugaz fue su éxito que ahora son motos muy cotizadas, como esta unidad que se vende por 3 800 dólares.