En la actualidad las motocicletas eléctricas se han convertido en tendencia y en la alternativa más viable para agilizar la movilidad y preservar la sustentabilidad del planeta. Y aunque esta idealización tecnológica ha estado en boca de todos en los últimos años, la idea de la creación de las mismas ya existía desde hace varios años. Los personajes que te presentamos el día de hoy fueron las mentes maestras y creadoras de la marca pionera en el sector de las motocicletas eléctricas. Descubre cómo fue. Los inicios de la motocicleta eléctrica comienzan cuando, en 1865, fue patentada la primera bicicleta eléctrica. Años más tarde, en 1897, fue develada la primera bicicleta de este tipo.

En el año 1919 el primer prototipo de moto eléctrica fue creado por Ransomes, Sims & Jefferies, sin embargo, no pasó de ser una simple prueba. No fue sino hasta 1938  que los protagonistas de esta nota, los hermanos Limelette, pusieron manos a la obra. Maurice y Albert Limelette fusionaron fuerzas para crear SOCOVEL, la primera marca oficialmente que surgió bajo la inspiración de crear motos eléctricas.

En 1941 Maurice sufrió un terrible accidente automovilístico y durante su estancia en el hospital decidió invertir su tiempo en idear un nuevo prototipo para su marca. Su propósito era que cumpliera con las características para ser  una alternativa que ayudara a solucionar los problemas en la distribución de gasolina que existían en aquellos tiempos. Esta unidad tuvo que pasar por la aprobación de los alemanes, pues se pretendía que fuera la motocicleta ideal gracias a su ligereza, la cual facilitaba la circulación por los aeródromos.

Ese mismo año, pero meses más tarde, los hermanos Limelette, crearon poco más de una docena de unidades eléctricas, las cuales causaron furor y se vendieron de inmediato, sin importar el precio. Dado al éxito de esta primera serie, decidieron fabricar 400 motos más en el siguiente año. Luego de la culminación de la guerra, Albert y Maurice Limelette fueron dejando de lado las eléctricas, pues ellos creían que una vez cesado el conflicto, los dilemas con el racionamiento de la gasolina también llegarían a su fin. Por ello, en 1946 SOCOVEL regresó al mercado con un nuevo modelo que sí empleaba gasolina, y tras ésta vinieron un sinfín de ejemplares que fueron todo un éxito.

Ese mismo año, pero meses más tarde, los hermanos Limelette, crearon poco más de una docena de unidades eléctricas, las cuales causaron furor y se vendieron de inmediato, sin importar el precio. Dado al éxito de esta primera serie, decidieron fabricar 400 motos más en el siguiente año. Luego de la culminación de la guerra, Albert y Maurice Limelette fueron dejando de lado las eléctricas, pues ellos creían que una vez cesado el conflicto, los dilemas con el racionamiento de la gasolina también llegarían a su fin. Por ello, en 1946 SOCOVEL regresó al mercado con un nuevo modelo que sí empleaba gasolina, y tras ésta vinieron un sinfín de ejemplares que fueron todo un éxito.