Carlos Torres se convirtió en el primer piloto mexicano en lograr el récord mundial de 12 rallys de 1 000 millas en menos de 24 horas en 12 meses en una motocicleta de baja cilindrada.
Hay que destacar que la marca conseguida por el motociclista de resistencia toma tintes de hazaña porque fue registrada con una sola moto: la Poderosa, como cariñosamente llama a su fiel compañera de aventuras.
El récord que implantó Carlos Torres ha sido avalado por The Asphalt Rats Endurance Motorcycling y Iron Butt Association, asociaciones que regulan y certifican a pilotos de resistencia. Y le ha valido el reconocimiento de Mile Eater Silver.
Esta grandísima historia inició en septiembre del año pasado. El ingeniero de profesión decidió subirse a su RC 150 de Italika para completar el rally Chihuahua Hellfish 2016, que lo llevó a recorrer una distancia de 1 610 kilómetros en 22 horas con 12 minutos.
Le siguieron 11 rallys de resistencia, uno por mes. El décimo segundo reto del coahuilense de 34 años, el que le permitió imponer un récord histórico, lo completó el pasado 18 de agosto, tras viajar de la Ciudad de México a Quintana Roo, recorriendo 1 659 kilómetros en menos de 24 horas.
Y así, el Matavacas, sobrenombre del piloto de alta resistencia, se convirtió en el primer mexicano en lograr 12 rallys de 1 000 millas en menos de 24 horas en tan sólo un año, y en una misma motocicleta, la RC 150 de Italika.
Es importante destacar la constancia y dedicación de Carlos Torres, y subrayar la pasión que mostró para cumplir un gran sueño. Sin duda, un gran esfuerzo. Y es que completar un rally de resisitencia no es nada fácil, son pocos los pilotos que lo logran. Pero el motociclista oriundo de Saltillo, Coahuila, logró superar ese reto y completar las 12 pruebas de manera consecutiva.
Cuando apenas cumplía con su primer rally, Carlos comentó: “No me la creía, en una motocicleta de 150 centímetros cúbicos había completado uno de los rallys de resistencia con más exigencia a nivel nacional”.
Con el paso de los meses la incredulidad fue borrada por completo y los mitos desaparecieron. Lo que sí aumentó fue su asombro al comprobar la resistencia que podía tener una motocicleta de baja cilindrada.
Tras 12 meses de sacrificio —que demostraron su incuestionable pasión por el motociclismo de resistencia—, con el respaldo de Elizabeth Ramos, e impulsado por su pequeña hija Ana Victoria, Carlos Torres ha logrado escribir su nombre en la historia del motociclismo mexicano.
Para mayor información visita: www.italika.mx.
