La sesión de clasificación fue anulada por la presencia de un tifón, por lo tanto el primer equipo en ponerse hasta arriba de la prueba fue el Yoshimura Suzuki. Detrás de él rodaban el FCC TSR Honda y el Yamaha Factory.
Pasada la primera hora los lugares se movieron y Jonathan Rea apretó y consiguió ganar posiciones hasta poner al Kawasaki Racing Team en primer lugar.
Jonathan Rea seguía como líder de la competencia hasta que cinco minutos antes de concluir la carrera el líder del WSBK se fue al suelo como consecuencia de un resbalón por el aceite vertido por una avería de Etienne Masson, piloto del equipo SERT Suzuki, quien intentó cruzar la meta con su moto averiada, lo cual hizo que perdiera aceite. Al final Masson no logró terminar la carrera, pero sí provocó la caída de Rea, quien no consiguió llegar al pit lane ni a la línea de meta porque no pudo arrancar su Kawasaki. Así fue como la victoria la obtuvo el Yamaha Factory Racing.
Y cuando todos pensábamos que la competencia había llegado a su fin, el equipo Kawasaki Racing Team presentó una apelación. Alegaron que los datos de la clasificación, en caso de cancelación de la carrera, deberían tomarse en referencia al último paso por la línea de meta, dejando al margen, el piloto y su moto consiguen reeprender la marcha dentro de una ventana de tiempo tras una caída.
Los directivos de la carrera aceptaron la reclamación de Kawasai y le dieron el triunfo a Leon Haslam, Jonathan Rea y Toprak Razgatlouglu.