Seis años después de conquistar su último campeonato en 2019, Marc Márquez ha vuelto a lo más alto del motociclismo mundial. El escenario elegido para su consagración no pudo ser más simbólico: el circuito de Motegi, en Japón, donde ya se había coronado campeón en 2014, 2016 y 2018. Esta vez, sin embargo, el triunfo tuvo un significado especial: lo logró con Ducati, en la casa de Honda, la escudería que lo vio crecer y que tuvo que dejar atrás para volver a triunfar.
Márquez se ha proclamado heptacampeón de MotoGP, igualando los siete títulos de su ídolo y referente, Valentino Rossi. A estos se suman los campeonatos mundiales que obtuvo en 125cc (2010) y Moto2 (2012), alcanzando así un total de nueve títulos en su carrera deportiva.

El regreso del piloto de Cervera ha sido el resultado de una lucha titánica contra la adversidad. Han sido 2,184 días de espera desde su último campeonato, marcados por una grave fractura de húmero sufrida en Jerez 2020, múltiples recaídas, problemas de visión (diplopía) y una dolorosa separación de Honda. Durante estos años, Márquez sostuvo una frase como lema: “Si te paran los pies, te salen alas”. Hoy, esas alas lo han llevado nuevamente a la cima del motociclismo mundial.
El renacer comenzó con su llegada al equipo Gresini Racing, compartiendo filas con su hermano Álex Márquez. Allí recuperó la competitividad y la confianza, sentando las bases de lo que sería una temporada inolvidable con Ducati. La campaña 2025 ha sido, sin lugar a dudas, una de las más dominantes de su carrera: lideró el campeonato desde la primera fecha, sumó siete dobletes consecutivos y se convirtió en el piloto con más puntos en una temporada de MotoGP, alcanzando 541 unidades cuando aún restan cinco carreras por disputarse. De este modo, superó el récord anterior de Jorge Martín (508 puntos en 2024).

A lo largo del año, Márquez solo ha cedido el primer puesto del podio en cinco ocasiones, dos de ellas frente a su hermano Álex, quien ha dejado de ser “el hermano de” para consolidarse como un competidor de alto nivel. La imagen de ambos compartiendo el podio en Tailandia, algo que no ocurría desde 1997 con los hermanos Aoki, quedará grabada en la memoria de los aficionados.
La carrera en Motegi tuvo todos los ingredientes de un cierre épico. Pecco Bagnaia lideró la prueba desde el inicio, pero la tensión se disparó en las últimas vueltas cuando su moto comenzó a expulsar humo blanco. Márquez, decidido a asegurar el campeonato, recortó distancia hasta alcanzar la segunda posición, la cual le bastó para proclamarse matemáticamente campeón del mundo. El podio lo completó Joan Mir, quien dio una alegría a Honda en su tierra, mientras que Pedro Acosta, tras un inicio prometedor, quedó fuera de competencia tras una salida de pista a seis vueltas del final.

Con este noveno título mundial, Marc Márquez no solo iguala los siete títulos de Valentino Rossi en la categoría reina, sino que también supera las 90 victorias de Ángel Nieto en MotoGP. Solo Giacomo Agostini (15 títulos) y el propio Nieto (12+1) superan su palmarés, lo que confirma a Márquez como uno de los más grandes de la historia del motociclismo.
Entre gritos, abrazos y lágrimas, el piloto español celebró en Motegi un campeonato que va mucho más allá de lo estadístico: es la consagración de un guerrero que nunca dejó de creer.
