En un artículo anterior hablamos sobre la nueva iniciativa que el gobierno quiere implementar para el usuario motociclista. Se trata de una ley bautizada por la sociedad como Ley Chaleco. Esta ley propone que el motociclista porte obligatoriamente un chaleco de color llamativo o fluorescente con su número de placa, de manera visible; también debe estar ese número en su casco. Según estadísticas de la industria se calcula que en México hay más de cinco millones de motocicletas circulando en todo el país. Y se tienen registros de que solo en 2018 se robaron más de 120 000 motocicletas. Una cifra alarmante. Pero debemos cuestionarnos entonces, ¿para qué se usan las motocicletas robadas? Se sabe que muchas de las motos robadas se desmantelan y se venden por piezas, y que otras las revenden en el mercado negro. Por ciertas razones el gobierno propuso dicha iniciativa con la idea de que así disminuiría la inseguridad en el país, ya que son altas las cifras que indican que se realizan actos ilícitos a bordo de motocicletas. Por otro lado, los motociclistas desaprueban dicha ley ya que opinan que perjudica a todos los usuarios. Por esto, los poseedores de los vehículos de dos ruedas se han manifestado y han hecho saber que no están dispuestos a ser estigmatizados, puesto que son personas trabajadoras y con valores que usan este medio de locomoción para realizar sus actividades diarias. Otras de las inconformidades que manifestaron los motociclistas es que, como la mayoría de las motos que los ladrones o sicarios usan para delinquir son previamente robadas a usuarios, con esta modificación a la ley también corren el riesgo de que les roben el chaleco y el casco, es decir, que ahora el riesgo de que sufran robos se triplica. Además esta reforma no menciona la elaboración oficial y controlada de los chalecos numerados con las placas, por lo cual cualquier persona tendría la posibilidad de mandarse hacer un chaleco con cualquier serie de placas. De este modo, los motociclistas podrían ser acusados de delitos que no cometieron. Existen muchas incongruencias y diferencias sobre este tema, pero lo cierto es que el motociclista es parte de la movilidad en México, por lo que debe tener los mismos derechos y obligaciones que cualquier otro usuario-ciudadano mexicano. El gobierno, por su parte, tiene una gran responsabilidad y un arduo trabajo por delante para cumplir con el objetivo de reducir la delincuencia en México. Esperemos que se tome la mejor decisión para ambas partes.