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Descubre una ruta mágica en el Estado de México

Descubre una ruta mágica en el Estado de México
El Estado de México ofrece a los motociclistas una experiencia única que combina carreteras sinuosas, pueblos mágicos y paisajes de montaña. La aventura comienza desde la Ciudad de México rumbo a Tepotzotlán, recorriendo aproximadamente 45 km en poco más de una hora por la Autopista México-Querétaro, una vía en buen estado ideal para motos de ruta. En Tepotzotlán, el Museo Nacional del Virreinato y la iglesia de San Francisco Javier transportan al viajero al México del siglo XVIII, mientras que los sabores locales, como los tamales de dulce y la barbacoa de borrego, ofrecen un deleite gastronómico que vale la pena experimentar.
Desde Tepotzotlán, la ruta continúa hacia Valle de Bravo, a unos 140 km y unas 3 horas de viaje por la Carretera Federal 134D, un trayecto con curvas pronunciadas y paisajes montañosos que harán vibrar a cualquier motociclista. Valle de Bravo es famoso por su lago, perfecto para actividades como parapente o recorridos por el bosque de oyamel. Su centro histórico, con calles empedradas y el Templo de San Francisco de Asís, conserva la esencia colonial y la gastronomía destaca por la trucha al ajillo y los tradicionales antojitos.
El recorrido sigue hacia Malinalco, a 110 km y aproximadamente 2 horas y media de viaje por la carretera Valle de Bravo-Malinalco, un camino zigzageante entre montañas y bosques, ideal para motos deportivas o touring. En Malinalco, la historia prehispánica y colonial se fusiona en la Zona Arqueológica de los Cuadrángulos y el Convento Agustino. Pasear por sus callejones empedrados es un placer visual, mientras que la gastronomía local, con gorditas de horno, carnitas de cerdo y mezcal artesanal, garantiza recargar energías para continuar la ruta.  
Finalmente, el regreso a la Ciudad de México recorre aproximadamente 120 km en unas 3 horas, tomando la carretera Malinalco-Amanalco hasta Toluca y luego la Autopista Toluca-Ciudad de México, un tramo que combina rectas y curvas con panorámicas montañosas que invitan a disfrutar cada kilómetro.
Esta ruta es perfecta para motociclistas que buscan adrenalina, cultura y sabores locales, recomendándose motos tipo touring, adventure o sport-touring, y siempre priorizando la seguridad con casco integral y ropa protectora. La mejor época para recorrerla es de octubre a marzo, cuando el clima seco y fresco permite disfrutar plenamente del paisaje y la carretera.

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