El enfoque actual es el futuro de UDX, que busca posicionarse en el mercado con una moto eléctrica voladora, diseñada para dos pasajeros. Técnicamente, es un dron recreativo de dos plazas, con una configuración similar a una motocicleta tradicional en términos de conducción y asiento.

UDX ha desarrollado un modelo de 430 CV, aún en fase de proyecto, que combina elementos de un dron de hélices y un avión, con sistemas de turbinas que actúan como alas, proporcionando sustentación y mayor eficiencia. Esto le otorgaría más autonomía, esencial en vehículos eléctricos voladores. Acelera de 0 a 100 km/h en solo 3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 230 km/h.

Aunque su peso supera los 300 kg, debido al uso de carbono en su construcción, su tiempo de vuelo es de 25 minutos y puede cubrir hasta 66 kilómetros. Soporta a dos personas con un peso total de 150 kg.

Si se lleva a producción, esta moto voladora será un vehículo recreativo exclusivo y requerirá una licencia de piloto de ultraligero para su operación.