BMW, trabajando para el futuro, ha decidido invertir 200 millones de euros en el Centro de Competencia de Alta Tecnología de Múnich para continuar siendo el líder de los vehículos eléctricos. Por el momento la marca alemana se concentrará en las celdas de batería, y su objetivo principal será ampliar su densidad hasta el doble de las capacidades actuales. Espera arrancar este plan para el 2030. Con esta intervención se espera que BMW se consolide como líder en tecnología eléctrica, así como lo fue en los años 80 y 90 con la fibra de carbono.

Para explicar un poco mejor este proyecto, quién mejor que Oliver Zipse, presidente del Consejo de Administración de BMW AG: «Este centro nos coloca en una posición envidiable, ya que tomando como base la tecnología actual del BMW i3, en 2030 podremos duplicar la densidad de energía de nuestras celdas de batería y, por tanto, también la autonomía de nuestros vehículos. La tecnología de celdas de batería es un factor clave en el éxito de la estrategia del grupo en vehículos eléctricos, ya que influye tanto en el rendimiento operativo como en los costes de las baterías. Nuestra inigualable experiencia en toda la cadena de valor asegura que siempre estemos a la vanguardia de la tecnología.»